sábado, 6 de marzo de 2021

Mujeres ilustres dan nombre a cráteres de la Luna

 Quiénes son las pocas e ilustres mujeres que dan nombre a cráteres de la Luna

  • Eva Ontiveros
  • Servicio Mundial de la BBC


  • Valentina Tereshkova, Kalpana Chawla y Annie Jean Easley tienen cráteres lunares con su nombre.

  • La Luna tiene miles de cráteres, pero ¿sabías que algunos de ellos llevan el nombre de personas?

    A 1.577 cráteres lunares se les ha dado el nombre de científicos, ingenieros y exploradores distinguidos... pero solo 26 de ellos honran a mujeres reales.

    Aquí analizamos quiénes son esas mujeres y por qué hay tan pocas.

  • ¿Quién tiene un cráter con su nombre?


  • La mayoría de los cráteres lunares con nombre homenajean a científicos, pero se hizo una excepción para el músico John Lennon.

  • La mayoría de los cráteres con nombre homenajean a personas de la vida real que lideraron el camino, como científicos y filósofos, pero también hay algunos dioses y diosas, así como criaturas mitológicas.

    Platón (filósofo), Galileo Galilei (astrónomo) e Isaac Newton (matemático) son algunos de los pensadores notables inmortalizados con un cráter en su honor.

  • Como excepción, al famoso músico John Lennon se le dio su propio cráter en el área conocida como Lacus Somniorum o "Lago de los Sueños", en lo que se conoce como el lado terrestre de la Luna (porque siempre es visible desde la Tierra).

    Pero tendrías que realizar una investigación exhaustiva para encontrar a una mujer reconocida de manera similar, ya que menos del 2% de los cráteres lunares con nombre rinden tributo a mujeres científicas.

    Y lo que es más, casi todos los cráteres "femeninos" se encuentran en el lado lejano de la Luna, fuera de la vista de la Tierra, en la llamada "cara oculta"..

  • ¿Quién elige los nombres?

    Luna llena con muchas características lunares visibles, como cráteres, crestas y mares.
    GETTY IMAGES

    Pie de foto,

    Platón e Isaac Newton también tienen cráteres en la Luna que llevan sus nombres.

    "La Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés) tiene la responsabilidad de aprobar los nombres de los elementos astronómicos desde 1919, pero algunos de los nombres en la Luna se remontan a poco después de que Galileo Galilei hiciera sus maravillosos dibujos de características lunares que vio a través de su telescopio [en 1610]", explica Megan Donahue, presidenta de la Sociedad Astronómica Estadounidense.

    "En 1651, el astrónomo italiano Giovanni Riccioli fue el primero en comenzar a nombrar las características de la Luna", señala por su parte Tayyaba Zafar, un astrónomo de Pakistán que ahora es profesor titular en la Óptica Astronómica de Australia.

    "Hay que decir que Riccioli nombró un cráter en su honor, y de los 147 que etiquetó con nombres de humanos solo dos correspondían a mujeres y una de ellas podría no haber sido una persona real: Hipatia existió de verdad, pero Santa Catalina de Alejandría tal vez no", agrega Donahue.

    En los siglos que siguieron, las características lunares fueron nombradas a medida que fueron descubiertas, principalmente celebrando el trabajo de científicos masculinos y figuras históricas, porque "en ese momento las mujeres a menudo se veían excluidas de la educación y la formación formales", dice Zafar.

    A veces, mantener registros de quién tiene su nombre en la Luna se vuelve confuso y las cifras parecen contradictorias.

    De hecho, si miras un atlas lunar, encontrarás un total de 1.608 cráteres con nombre, pero de estos "solo 1.577 tienen nombres de personas reales. Y aunque hay 38 pequeños cráteres de especial interés con nombres de pila femeninos, el número de cráteres lunares que llevan el nombre de mujeres científicas, ingenieras o exploradoras específicas es 26 ", según la IAU.

    ¿Por qué tan pocos llevan el nombre de mujeres?

    Reproducción de una antigua cartografía lunar: 1707, Mapa de la Luna de Homann y Doppelmayr, basado en Riccioli
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    Giovanni Riccioli, quien logró asegurar un cráter para él y 144 para otros hombres, solo encontró a dos mujeres dignas del honor (y una de ellas ni siquiera era real) .

    El siglo XX trajo un frenesí lunar que alcanzó su punto máximo a fines de la década de 1950 hasta principios de la de 1970 (con Estados Unidos y la Unión Soviética compitiendo por ser los primeros en llegar a la Luna).

    "Hubo algo de caos nombrando las partes de la Luna, por lo que en 1973 la IAU creó un comité para poner orden", dice la astrónoma Rita Schulz, presidenta de la Nomenclatura del Sistema Planetario de la IAU.

    Se decidió que los rasgos lunares solo se nombrarían si existía una necesidad científica para hacerlo.

    "Los nombres antiguos se mantendrían, pero a partir de entonces, para que tu nombre llegara a la Luna, tenías que ser científico o explorador polar, y tenías que estar muerto", explica Schulz.

    Algo más sucedió que explica en parte por qué persistió la brecha de género en la superficie lunar: "Originalmente, la IAU decidió que las características de la Luna llevarían el nombre de hombres, y las de Venus, de mujeres", cuenta Schulz.

    Este reglamento ya no se mantiene, pero la desigualdad sí: "En los últimos 30 años solo siete cráteres han sido nombrados en honor a mujeres. Cuando se fundó la IAU, menos del 2% de los cráteres tenían nombres femeninos. Un siglo después, la cifra sigue siendo la misma", afirma Zafar.

    ¿Importa?

    El ascenso de la Tierra, fotografiado por el Apolo 11 en julio de 1969.
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    La Unión Soviética fue la primera en llegar a la Luna en 1959, pero Estados Unidos envió la primera misión tripulada, que aterrizó en la Luna en julio de 1969.

    Pero ¿realmente importa que tan pocas mujeres tengan un cráter con su nombre en la Luna?

    "¡Absolutamente!", defiende la astrónoma chilena Maritza Soto Vásquez, quien a los 25 años descubrió su primer planeta y a los 31 acaba de descubrir el cuarto.

    "Si queremos que más mujeres se involucren en la ciencia, la visibilidad es quizás uno de los factores más importantes", indica.

    "Cuando las niñas piensan en lo que quieren estudiar, necesitan ver modelos a seguir que se parezcan a ellas".

    Una luna llena anaranjada, con una mujer frente a ella, con los brazos en alto.
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    Se presume que la Luna es 'femenina' en muchas culturas e idiomas, entonces, ¿por qué las mujeres no tienen tantos cráteres nombrados en su honor como los hombres?

    En la actualidad Soto Vásquez realiza una investigación postdoctoral adicional en la Universidad Queen Mary de Londres y se apasiona por el tema de las mujeres en la ciencia.

    "Puede que no haya una persona que les diga 'No puedes ser científica porque eres mujer', pero hay muchos mensajes pequeños que pueden dejar una fuerte impresión cuando eres joven, como querer estudiar ciencias en la escuela, pero no ver a otras mujeres en clase o en los libros de texto", agrega.

    A Vicky Chu, de la Organización Nacional del Espacio de Taiwán, también le gustaría ver más mujeres en la superficie lunar y está de acuerdo en que la visibilidad ayudaría a atraer más mujeres a estudiar ciencias.

    "Definitivamente ayuda, especialmente para los estudiantes de la escuela secundaria y la universidad", opina.

    "Ser reconocido y tomado en cuenta tiene un efecto dominó", dice Tayyaba Zafar. "La comunidad científica debe reconocer a las mujeres para dar el ejemplo a la sociedad y fomentar un entorno de trabajo inclusivo, solidario y flexible".

    La agencia espacial estadounidense, NASA, anunció recientemente sus planes de regresar a la Luna para 2024, y esta vez están enviando a una mujer, además de un hombre, en el primer aterrizaje con humanos desde 1972.

    Mientras tanto, celebremos a algunas de las mujeres que tienen un cráter con su nombre...

    La cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, la primera mujer en el espacio, frente a la cápsula Vostok 6, junio de 1963.
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    Valentina Tereshkova es la única mujer viva que tiene un cráter lunar que lleva su nombre.

    Valentina Tereshkova (nacida en marzo de 1937)

    "En la Tierra, hombres y mujeres corren los mismos riesgos. ¿Por qué no deberíamos correr los mismos riesgos en el espacio?", planteó la cosmonauta rusa Valentina Tereshkova, la única mujer viva que tiene un cráter lunar con su nombre, por su excepcional contribución a la ciencia.

    En 1963, Tereshkova hizo historia cuando se convirtió en la primera mujer en ir al espacio.

    Sigue siendo la única mujer en volar al espacio sola, y la más joven (tenía 26 años en ese momento).

    "Una vez que has estado en el espacio, aprecias lo pequeña y frágil que es la Tierra", reflexionó a su regreso.

    Durante su misión a bordo de la cápsula espacial Vostok 6, Tereshkova pasó casi tres días orbitando la Tierra 48 veces.

    "Cualquiera que haya pasado algún tiempo en el espacio lo amará por el resto de su vida", dijo.

    Tereshkova estaba ansiosa por tener otra misión, pero esa fue la primera y la única. "Después de estar una vez en el espacio, tenía muchas ganas de volver allí. Pero no sucedió", lamentó.

    En cambio, la cosmonauta viajó por el mundo como embajadora de la ciencia soviética y más tarde se convirtió en política y representante en la Duma estatal rusa.

    "No se puede negar el gran papel que han desempeñado las mujeres en la comunidad mundial. Mi viaje fue un impulso más para continuar con esta contribución femenina", expuso.

    Su cráter está en el lado lejano de la Luna, en el margen occidental del Mare Moscoviense.

    Hipatia (murió en 415 d.C.)

    Fue una matemática, astrónoma y filósofa que nació en algún momento entre los años 350 y 370 d.C. en Alejandría, cuando Egipto era una provincia del Imperio Romano de Oriente.

    Retrato de Hipatia
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    Una mujer educada que cayó en desgracia con la autoridad religiosa de Alejandría.

    Se la considera la primera mujer en la historia que se dedicó profesionalmente a la ciencia, a pesar de que la mayoría de las mujeres de su época no tenían acceso a la educación.

    Su padre, Theon, astrónomo y director de la famosa Biblioteca de Alejandría, se aseguró de que aprendiera de los mejores de Alejandría.

    Aunque la mayor parte del trabajo científico de Hipatia se ha perdido, los estudiosos modernos piensan que debe haber sido significativo porque otros autores lo comentaron ampliamente.

    Sabemos que escribió el Canon Astronómico (un tratado de astronomía), varias tablas astronómicas y comentarios sobre textos clásicos.

    Pero Hipatia tuvo un final trágico cuando se peleó con el obispo de Alejandría y, como resultado, fue asesinada por una turba de cristianos.

    Casi dos mil años después, la figura de Hipatia se convirtió en un ícono de los derechos de las mujeres y una fuente de inspiración para el movimiento feminista.

    Riccioli nombró un cráter en su honor en 1651, pero en 1973 la IAU movió el nombre de Hipatia a otro cráter más pequeño al suroeste del mar de la Tranquilidad. Sigue siendo uno de los pocos cráteres "femeninos" del lado terrestre de la Luna.

    Antonia Caetana de Paiva Pereira Maury (1866-1952)

    También conocida simplemente como Antonia Maury, fue una astrónoma estadounidense y una de las mejores de su generación.

    Antonia Maury
    HARVARD COLLEGE OBSERVATORY

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    Maury fue una de las mujeres astrónomas que trabajaron como "computadoras humanas" en el Observatorio de la Universidad de Harvard.

    Formó parte de las Harvard Computers, un grupo de mujeres astrónomas y "computadoras humanas" en el Observatorio de la Universidad de Harvard.

    Maury fue la primera persona en estudiar las binarias espectrales, el nombre dado a un par de estrellas que están tan juntas que desde la Tierra no se pueden distinguir a simple vista.

    También ideó un sistema para medir el espectro de radiación electromagnética de las estrellas, que la IAU todavía utiliza hasta el día de hoy.

    Aunque Antonia Maury nació en Nueva York, fue nombrada en honor a su abuela materna (Antonia Caetana de Paiva Pereira Gardner Draper), hija de un médico de la corte portuguesa que huyó a Brasil para evitar las Guerras Napoleónicas.

    Después de su muerte a los 86 años, la IAU le dio el nombre de Maury a un cráter junto al "Lago de los Sueños" (Lacus Somniorum), al noreste cerca del borde del disco visible.

    Kalpana Chawla (1962-2003)

    "El camino de sueño a éxito existe. Ojalá tengas la visión para encontrarlo, el coraje para emprenderlo y la perseverancia para seguirlo", dijo Kalpana Chawla, la primera mujer de origen indio en ir al espacio.

    Kalpana Chawla
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    Kalpana Chawla fue la primera mujer india en ir al espacio

    Chawla, o "Montu", como solía llamarla su familia, nació en India y desde muy joven le fascinaba volar.

    Su familia dice que cuando tenía 3 años eligió el nombre Kalpana, que significa "imaginación", como su nombre formal.

    Fue una de las primeras mujeres en graduarse en ingeniería aeronáutica en la Facultad de Ingeniería de Punjab y en 1982 se mudó a EE.UU. para estudiar dos maestrías, un doctorado en ingeniería aeroespacial y unirse a la NASA.

    Su primer vuelo como astronauta e ingeniera fue en el transbordador espacial Columbia en 1997, como operadora de un brazo robótico.

    En 2003, Chawla fue uno de los siete miembros de la tripulación que murieron en el desastre del Columbia, cuando la nave espacial se desintegró durante su reingreso a la atmósfera terrestre.

    Su cráter, ubicado en el lado opuesto de la Luna, está al lado del cráter L. Clark, en honor a Laurel Clark, otra astronauta que murió en la misma misión.

    Annie Jean Easley (1933-2011)

    El 1 de febrero de 2021 Easley se convirtió en la mujer más reciente en tener un cráter con su nombre.

    Retrato de la científica informática, matemática e ingeniera estadounidense Annie Easley en el Centro de Investigación Lewis de la NASA (más tarde Centro de Investigación Glenn), Brook Park, Ohio, década de 1960.
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    Annie Jean Easley, tuvo una educación segregada e hizo campaña contra la discriminación por raza, género y edad.

    Easley fue una de las primeras afroestadounidenses en trabajar como científica informática en la NASA (cuando la agencia todavía se llamaba NACA) y la matemática se convirtió en científica espacial.

    Pero cuando era niña, obtener una buena educación no fue fácil. Easley creció en el sur de EE.UU. antes de que surgiera el movimiento por los derechos civiles, lo que significó que las escuelas y universidades estaban segregadas.

    Su madre la animó a ser ambiciosa, pero le dijo que tendría que trabajar más duro, porque las escuelas para niños afroestadounidenses a menudo ofrecían una matrícula más baja.

    Durante su carrera de 34 años en la NASA, Easley desarrolló códigos de computadora, trabajó en tecnologías de energía y ayudó a sentar las bases tecnológicas para futuros lanzamientos de transbordadores espaciales.

    A lo largo de su vida, hizo campaña para que los estudiantes de minorías y las mujeres siguieran estudios en las llamadas carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y trabajó para abordar la discriminación dentro de la NASA.

    El Easley es un pequeño cráter (de menos de 10 km de ancho) en el lado opuesto de la Luna.

    Easley creía en el trabajo en equipo y a menudo expresaba admiración por aquellos con quienes trabajaba.

    Su página en el sitio web de la NASA dice: "Muchos de los que la conocieron dirían que no fue solo el trabajo que hizo lo que marcó la diferencia; fue su energía y actitud positiva lo que tuvo un tremendo impacto en el Centro".

  • Fuente: BBC/NEWS/Mundo, 6 de Marzo 2021

viernes, 5 de marzo de 2021

¿ Floja, Yo ?

“¿Floja, yo?”: la historia de la protesta pacífica de la profesora que terminó con trauma ocular

Por Felipe Saleh



Francisca Mendoza es vecina de Plaza Baquedano, vive justo enfrente de la estatua del general Baquedano, convertida en el punto cero tras el estallido social. El viernes 19 de febrero, mientras protestaba vestida con un delantal y un cartel contra los dichos del ministro de Economía Lucas Palacios, un piquete de policías la empuja hasta que entra en el edificio donde vive. Tras una reconstrucción periodística, se constata que es en ese instante cuando recibe un perdigón en la zona de su ojo izquierdo que le provoca tres fracturas maxilofaciales, que la dejan con un pronóstico reservado respecto de la pérdida de visión. El de la profesora Mendoza se suma a los casi 500 casos de trauma ocular atribuidos a la violencia innecesaria de la policía. "Existen más de 9 mil denuncias de violencia estatal desde el comienzo del estallido social y es imperativo revertir el escenario de impunidad”, dice Matías Vallejos, director ejecutivo de la fundación Los Ojos de Chile, quien habla además de “negacionismo y normalización de violaciones a los Derechos Humanos".


Viernes 19 de febrero, 21:30 horas. Francisca Mendoza, 30 años, está parada en Plaza Baquedano, o Italia, pero que ella y la gente que todas las semanas llega a manifestarse, insisten en llamar Plaza de la Dignidad. Puede que Francisca tenga más derecho a llamarla como quiera. Esta es como el patio de su casa, vive en el número 039 de Avenida Providencia, en el conjunto conocido como Edificios Turri. Es profesora de Filosofía, en un liceo comercial de Estación Central, estudió en la Umce y siempre ha buscado espacios con gente vulnerable. En su facultad recuerdan cómo participaba de talleres para enseñar filosofía a los niños.

Algo de ese perfil lúdico hay en la forma en que ha decidido manifestarse. Francisca se ha vestido de profesora, con un delantal azul, y en sus manos sostiene una pizarra de cartón, que con grandes letras dice: “¿Floja, yo? Flojos ellos que se refugian en sus apellidos, contactos y herencias familiares (...)”. Cuatro días antes, el ministro de Economía, Lucas Palacios, apoyando la agenda gubernamental de regreso a clases en plena pandemia, ha dicho en la radio que le llama la atención que los profesores busquen excusas para no trabajar.

La sentencia de Palacios ha provocado la furia de los docentes y un rechazo transversal, tanto que el secretario de Estado horas después tuvo que aclarar que no quiso decir lo que dijo, y está registrado en un audio.

Una reconstrucción periodística de aquel día da cuenta de que la protesta de Francisca no es furiosa, es pacífica. Ingenua, podría decir alguien acostumbrado a las marchas en donde se despliegan acciones violentas como destrozo de semáforos o incendio de ciertos recintos. Francisca se manifiesta en los términos que piden todos quienes rechazan la violencia después de cada convocatoria semanal.

Francisca lleva largos minutos parada sola con su cartel, mientras un par de carros policiales se acerca haciendo sonar sus sirenas. A los autos se suma un piquete de efectivos de Carabineros con escudos y los trajes de Fuerzas Especiales. Los policías intentan vaciar completamente la zona, empujando, para que se replieguen, a los observadores de Derechos Humanos que se reúnen para partir de vuelta a sus hogares. Carabineros quiere que sea más rápido y los empuja, al mismo tiempo que un carro lanzagua los golpea con su chorro. La policía intenta disuadir también a un grupo de personas que está registrando lo que ocurre.

El grupo intenta resistirse a los embates de la policía, que los empuja para dispersarlos hacia la calle Ramón Carnicer. Según los testimonios recogidos esa noche, consignados en un comunicado de la ONG Observatorio Nacional de Derechos Humanos Anexppsa, los policías hostigaron especialmente al abogado Manuel Woldarsky. Francisca entre el chorro de agua y los empujones ha logrado zafarse y corre hasta su edificio. En la entrada hay otro tumulto. Personas de casco blanco atienden a otro manifestante que acaba de recibir gas pimienta en la cara. Pero un chorro de agua impide que sigan con su labor.

Dentro de su edificio

Francisca abre la puerta del edificio, entra y la sostiene abierta para refugiar a las personas de casco blanco que atienden al manifestante. El piquete de Carabineros ya está encima. Justo antes de caer al piso en el hall de su edificio, Francisca ve que uno de los carabineros le apunta directamente al rostro y dispara. Luego la sangre y el espanto. Francisca entra en una crisis de pánico al ver que llegan más policías. La candidata a concejala, Ursula Eggers, intenta darle primeros auxilios. Los policías se instalan fuera del edificio, ante la entrada, y el carro lanzagua comienza a disparar hacia adentro. Un carabinero intenta entrar, identificándose como el “mayor Sepúlveda” y asegurando que quiere prestar ayuda. Pero las personas que asisten a Francisca no lo dejan pasar.

Los llamados a una ambulancia son infructuosos. Por eso, finalmente, Carabineros entra al edificio, toma a Francisca que no ha perdido el conocimiento y en la patrulla Z-830.19 la traslada hacia el Hospital del Salvador. En centro hospitalario el diagnóstico es un trauma ocular severo, con un daño a la retina por la presencia de un cuerpo extraño en la zona del ojo. Una operación intenta reparar la triple fractura en la zona del pómulo izquierdo. El hueso malar es un “parachoque” que protege el globo ocular y su fractura puede provocar un serio daño en la visión. En el caso de Francisca, aún el pronóstico es reservado. No es seguro que vuelva a ver por su ojo izquierdo.

“Todavía no tenemos un pronóstico respecto del ojo. Porque lo que ella tuvo fue una triple fractura. Lo que hicieron los médicos fue reconstruirle de alguna forma la cara para que pudiera sujetar su ojo. Está todo inflamado y aún no se pueden abocar completamente al ojo”, detalla la abogada Mariela Santana, del Codepu, una de las que patrocina la querella presentada por Francisca en contra del ministro del Interior, Rodrigo Delgado, como responsable civil de la policía uniformada, y contra el general director Ricardo Yáñez, además de todos los carabineros que resulten responsables.

Hasta el momento, según consigna la querella presentada por “lesiones graves, gravísimas, en concurso con abuso contra particulares y denegación de servicio”, se encuentran siete carabineros identificados que participaron en los hechos, más un suboficial de apellido Oyarzún. Desde el miércoles 4 que Francisca está de alta en su casa y se halla en condiciones de declarar ante la Brigada de Derechos Humanos de la PDI. Pero tanto ella como su familia se encuentran en shock, por lo que piden encarecidamente no divulgar datos personales ni imágenes de su rostro para evitar lo que pueden ser represalias.

Porque, además de la violencia explícita con los graves resultados expuestos, hechos como estos instalan el miedo a manifestarse y a expresar demandas que pueden ser legítimas. “Uno podría pensar que, cuando asumes formas de protesta violenta, te expones a formas de represión violenta. El problema es que hay un disparo cuando ella no está protestando. Hay responsabilidades que son políticas, no puede ser que la única respuesta a las demandas de las profesoras y los profesores sea la represión y con este nivel de violencia. Pasa de la violencia simbólica a la violencia real inmediatamente”, dice Luciano Allende, académico de la UMCE y profesor de Francisca en su etapa universitaria.

En efecto, la Red de Profesores de Filosofía de Chile (Reprofich) emitió un comunicado repudiando los hechos que afectaron a Francisca y, apenas conocido el incidente, lograron instalar el hashtag #estamosconfrancisca, en la antesala de su operación. “Esto muestra que, desde hace mucho, no se considera a las educadoras y los educadores como sujetos capaces de aportar a este diálogo. Sin embargo, esta actitud no solo se produce con las trabajadoras y los trabajadores de la educación, sino que con la ciudadanía en general. Es una política que se asienta en un manejo comunicacional que nos provoca continuamente: como docentes, como mujeres, como ciudadanos, como con las frases icónicas previas al 18 de octubre. Se genera un malestar específico y, cuando ese malestar se manifiesta, como ocurrió con la colega, es reprimido, disciplinado, incluso utilizado como escarmiento público”, dice Rocío Henríquez, integrante de Reprofich.

A su juicio, “el caso de Francisca ejemplifica la posición que ocupamos como docentes: es una mujer, de pie, tiene algo que decir, pero eso no es bien recibido. El 75% de docentes somos mujeres, pero eso no se refleja en la posición que ocupamos en el gremio, en las escuelas, ni en la institucionalidad educativa. La respuesta a manifestar nuestro descontento es el disciplinamiento, muy claro en este caso, pero que acontece también a todos los niveles de la ciudadanía. Claramente es una respuesta desproporcionada, de la cual se tienen muchos antecedentes. Pero en el fondo lo que se castiga no es solo el ‘estar ahí’, sino todo lo que Francisca representa: como docente, como mujer y como trabajadora”, afirma Henríquez.

Negacionismo 

En un comunicado, el capítulo comunal del Colegio de Profesores adhirió a la protesta de Francisca, expresada en el cartel que se preguntaba sobre su flojera. “Todos y todas nos sentimos atacados con la palabras del senador Moreira y el ministro Palacios, quienes para tratar de arreglar sus palabras de desprecio y maltrato dijeron que no era contra los Profesores y Profesoras sino contra los y las Dirigentes; pues permítanos aclararles que la gran mayoría de los y las Dirigentes del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile somos docentes de aula, quienes conocemos con exactitud las condiciones de nuestros y nuestras estudiantes, así como también la de los establecimientos en los que trabajamos”, expresaron.

Pero el caso de Francisca, del fotógrafo Felipe Ávila, que perdió un ojo mientras captaba las protestas a mediados de diciembre, y el de Juan Cristóbal Hoppe, que fue rociado con gas pimienta en la cara el mismo día que Francisca y no podrá trabajar en los próximos tres meses, muestran el peligro de “normalizar episodios de violencia policial que se manifiestan con una abrumadora frecuencia desde el 18 de octubre de 2019". Así lo cree Matías Vallejos director ejecutivo de la fundación Los Ojos de Chile, que se dedica a concretar la reparación para las víctimas de trauma ocular.

“El caso de la profesora Francisca Mendoza, lamentablemente, se suma a los casi 500 casos de trauma ocular por violencia estatal hasta la fecha. En un arco de violencia estatal que lleva 16 meses abierto y que no ha cesado. La terrible normalización de este tipo de violencia estatal, tiene como base la falta de reconocimiento del Estado de que nos encontramos en la crisis de Derechos Humanos más grande de nuestra historia democrática. Ningún poder del Estado ha tomado medidas proporcionales para la magnitud de la crisis que estamos viviendo. Quienes hemos sido testigos de todo esto nos preguntamos: ¿qué más hace falta para solicitar la ayuda de organismos internacionales para esclarecer los hechos ocurridos? Existen más de 9 mil denuncias de violencia estatal desde el comienzo del estallido social y es imperativo revertir el escenario de impunidad actual”, subraya Vallejos, quien habla de “negacionismo y normalización de violaciones a los Derechos Humanos".

Desde las organizaciones civiles, piden que el Gobierno reconozca su responsabilidad, garantice la no repetición de hechos como los relatados y trabaje en una decidida reparación a las víctimas. Por ahora, para las personas afectadas por un trauma ocular, solo existe el Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO), alojado en el Hospital del Salvador, pero que no contempla atención sicológica o siquiátrica y solo tiene a cuatro profesionales para todo el conjunto de personas afectadas.

Fuente: El Mostrador, 5 de Marzo 2021

jueves, 4 de marzo de 2021

La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci

 LA MONA LISA: EL DETALLE APARENTEMENTE OCULTO QUE REVELA UN NUEVO SIGNIFICADO DEL CUADRO DE LEONARDO DA VINCI

  • Kelly Grovier
  • BBC Culture


El inagotable retrato de Leonardo da Vinci de 1503 protagonizado por Lisa del Giocondo, mujer de 24 años, madre de cinco hijos y esposa de un rico comerciante de seda florentino, es sin duda la obra de arte más famosa del mundo.

Algunas cosas son tan obvias que nunca las notas.

Y eso ocurre en una imagen omnipresente como la Mona Lisa.

El inagotable retrato de Leonardo da Vinci de 1503 protagonizado por Lisa del Giocondo, mujer de 24 años, madre de cinco hijos y esposa de un rico comerciante de seda florentino, es sin duda la obra de arte más famosa del mundo.

Sin embargo, ¿cuántos de nosotros hemos notado alguna vez conscientemente el objeto del cuadro que está más cerca de nosotros que cualquier otro: la silla en la que se sienta la misteriosa mujer?

No importa que sea lo único que la modelo de Leonardo agarra con su mano (literalmente todos los dedos de su mano la tocan o señalan), la silla seguramente debe ser el aspecto que más pasa desapercibido de una pintura que ha sido sobreobservada.
Escondida a simple vista, también puede ser la flecha que nos señala el camino hacia los significados más profundos de la obra.

Más allá de la sonrisa

Durante siglos, nuestra atención se ha centrado en gran medida en otro lugar en el pequeño panel de óleo sobre álamo (77x53 centímetros) que Da Vinci nunca terminó por completo y con el que se cree que continuó jugando obsesivamente hasta su muerte en 1519.

Museo del Louvre

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. La Gioconda es una de las obras más vistas y fotografiadas, pero aún guarda muchos misterios.

La preocupación por la sonrisa inescrutable de Mona Lisa es casi tan antigua como la pintura, y se remonta al menos a la reacción del legendario escritor e historiador renacentista Giorgio Vasari, que nació pocos años después de que Da Vinci comenzara a trabajar en la imagen.

"La boca, con su abertura y sus puntas unidas por el rojo de los labios a los tintes de la carne del rostro", observó Vasari en sus célebres "Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos".

"Parecían, en verdad, no ser colores sino la propia piel (...) en el fondo de la garganta, si uno lo miraba con atención, se podía ver el latido del pulso".

Y concluyó: "En esta obra de Leonardo, había una sonrisa tan agradable que era algo más divino que humano de contemplar, y se consideraba como algo maravilloso, en el sentido de que era algo vivo".

El fascinante misterio de la sonrisa de Mona Lisa y de cómo Leonardo la aprovechó mágicamente para crear "algo más divino que humano" y, sin embargo, "nada más y nada menos que con vida" resultaría ser demasiado intenso para muchos.

La Gioconda

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES: La sonrisa es lo más estudiado, pero sus manos también guardan secretos.

El crítico de arte francés del siglo XIX Alfred Dumesnil confesó encontrar la paradoja de la pintura completamente paralizante.

En 1854, afirmó que la "sonrisa está llena de atracción, pero es la atracción traidora de un alma enferma que retrata locura".

"Esta mirada, tan suave pero ávida como el mar, devora".

Si hay que creer en la leyenda, la "atracción traicionera" de la sonrisa irresoluble de la Mona Lisa consumió también el alma de un aspirante a artista francés llamado Luc Maspero.

Según el mito popular, Maspero, quien supuestamente terminó sus días al saltar desde la ventana de su habitación de hotel en París, fue conducido a una distracción destructiva por los susurros mudos de los labios absortamente alegres de la Gioconda.

"Durante años he luchado desesperadamente con su sonrisa", se dice que escribió en la nota que dejó. "Prefiero morir".

Las manos y los párpados

Sin embargo, no todo el mundo se ha contentado con localizar el centro de la mística magnetizante de la Mona Lisa en su enigmática sonrisa.

El escritor victoriano Walter Pater creía que era la "delicadeza" con la que se pintan sus manos y párpados lo que nos paraliza e hipnotiza haciéndonos creer que la obra posee un poder sobrenatural.

"Todos conocemos el rostro y las manos de la figura", observó en un artículo sobre Da Vinci en 1869, "en ese círculo de rocas fantásticas, como en una tenue luz bajo el mar".

Pater procede a meditar sobre la Mona Lisa de una manera tan singularmente intensa que en 1936 el poeta irlandés William Butler Yeats se vio obligado a tomar una frase de la descripción de Pater, dividirla en versos libres e instalarlos como poema de apertura en el Oxford Book of Modern Verse que Yeats estaba compilando entonces.

El pasaje que Yeats no pudo evitar replicar comienza: "Es más vieja que las rocas entre las que se sienta; como el vampiro, ha muerto muchas veces y ha aprendido los secretos de la tumba; se ha sumergido en mares profundos, y guarda sus últimos días en torno a ella; traficó por redes extrañas con comerciantes orientales, y, como Leda, era la madre de Helena de Troya, y, como Santa Ana, la madre de María; y todo esto fue para ella como un sonar de liras y flautas ".

El retrato "vive", concluye Pater, "en la delicadeza con que ha moldeado los rasgos cambiantes y teñido los párpados y las manos".

Manos de la Gioconda

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Todos los dedos de la Mona Lisa o tocan la silla o la señalan.

La descripción de Pater aún asombra. A diferencia de Dumesnil y del desafortunado Maspero antes que él, Pater ve más allá de la trampa seductora de la sonrisa del retrato.

Se fija en una vitalidad más grande que se filtra como desde lo más profundo de la superficie.

Al argumentar que la pintura representa una figura suspendida en una incesante lanzadera entre el aquí y ahora y algún reino de otro mundo que se encuentra más allá, Pater señala la esencia mística del atractivo perenne del cuadro: su sentido surrealista de flujo eterno.

Al igual que Vasari, Pater es testigo de una presencia que late y respira -"características cambiantes"- que trasciende la materialidad inerte del retrato.

El agua

La clave de la fuerza del lenguaje de Pater es la insistencia en las imágenes acuáticas que refuerzan la fluidez del ser esquivo de la modelo ("luz tenue bajo el mar", "sumergida en mares profundos" y "traficó... con comerciantes orientales"), como si la Mona Lisa fuera una fuente inagotable de agua viva, una ondulación interminable en los remolinos sin fin del tiempo.

Quizás lo sea. Hay motivos para pensar que tal lectura, que ve a la modelo como un manantial de eterno resurgimiento que cambia de forma, es precisamente lo que pretendía Leonardo.

Flanqueado a ambos lados por cuerpos de agua que fluyen y que el artista coloca ingeniosamente de tal manera que sugiere que son aspectos del ser mismo de su modelo, el sujeto de Da Vinci tiene una cualidad extrañamente submarina que se acentúa con el vestido verde algas.

La Mona Lisa usa una segunda piel anfibia que se vuelve más turbia y oscura con el tiempo.

La silla pozzetto

Al girar su mirada ligeramente hacia la izquierda para encontrarse con la nuestra, la Mona Lisa no está sentada en cualquier banco o taburete viejo, sino en la conocida popularmente como silla pozzetto.

Con el significado de "pozo pequeño", el pozzetto introduce un sutil simbolismo en la narración que es tan revelador como inesperado.

Detalle de la cara de la Mona Lisa

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. La Mona Lisa es un paisaje en sí misma, dicen algunos expertos.

De repente, las aguas que vemos serpenteando con un movimiento laberíntico detrás de la Mona Lisa (ya sea que pertenezcan a un paisaje real, como el valle del río italiano Arno, como creen algunos historiadores, o enteramente imaginarias, como sostienen otros) ya no están distantes y desconectados de la modelo, sino que son un recurso esencial que sustenta su existencia. Literalmente fluyen hacia ella.

Al situar a la Mona Lisa dentro de un "pozo pequeño", Da Vinci la transforma en una dimensión siempre fluctuante del universo físico que ocupa.

Martin Kemp, historiador del arte y destacado experto en Da Vinci, también ha detectado una conexión fundamental entre la representación de la Mona Lisa y la geología del mundo que habita.

"El artista no estaba retratando literalmente el Arno prehistórico o futuro", afirma Kemp en su estudio "Leonardo: 100 hitos (2019)", "sino que estaba dando forma al paisaje de la Mona Lisa sobre la base de lo que había aprendido sobre el cambio en el 'cuerpo de la Tierra' para que acompañara a las transformaciones implícitas en el cuerpo de la mujer como un mundo menor o microcosmos".

La Mona Lisa no está sentada frente a un paisaje. Ella es el paisaje.

El significado del pozo

Al igual que con todos los símbolos visuales empleados por Leonardo, la silla pozzetto es multivalente y sirve más que simplemente para vincular a la Mona Lisa con la conocida fascinación del artista por las fuerzas hidrológicas que dan forma a la Tierra.

La sutil insinuación de un "pocito" en la pintura como el canal a través del cual la Mona Lisa emerge a la conciencia reposiciona la pintura por completo en el discurso cultural.

Este ya no es un retrato simplemente secular, sino algo espiritualmente más complejo.

Las representaciones de mujeres "en el pozo" son un elemento básico a lo largo de la historia del arte occidental.

Cristo y la Samaritana, de Duccio di Buoninsegna (1310-1311)

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES: El símbolo del pozo es habitual, como en la obra "Cristo y la Samaritana", de Duccio di Buoninsegna (1310-1311)

Las historias del Antiguo Testamento de Eliezer encontrándose con Rebeca en un pozo y de Jacob con Rachel en el pozo se hicieron especialmente populares en los siglos XVII, XVIII y XIX, ya que todos, desde Bartolomé Esteban Murillo hasta Giovanni Antonio Pellegrini, de Giovanni Battista Tiepolo a William Holman Hunt, probaron suerte con estas narraciones.

Además, las representaciones apócrifas de la Anunciación en el Nuevo Testamento (el momento en que el arcángel Gabriel informa a la Virgen María que dará a luz a Cristo) junto a un manantial fueron habituales entre los ilustradores de manuscritos medievales, e incluso pueden haber inspirado el retrato más antiguo que sobrevive de María.

Como emblema infinitamente elástico, como sugiere Walter Pater, la Mona Lisa es sin duda capaz de absorber y reflejar todas esas resonancias y muchas más. No hay nadie que ella no sea.

"Agua viva"

Pero quizás el paralelo más pertinente entre la Mona Lisa de Da Vinci y los precursores pictóricos es uno que se puede dibujar con las muchas representaciones de un episodio bíblico en el que Jesús se encuentra en un pozo manteniendo una conversación críptica con una mujer de Samaria.

La Gioconda

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. El agua es un elemento fundamental para entender la Mona Lisa, la gran obra de Leonardo Da Vinci.

En el Evangelio de San Juan, Jesús hace una distinción entre el agua que se puede extraer del manantial natural -agua que inevitablemente dejará a uno "sediento"- y el "agua viva" que él puede proporcionar.

Mientras el agua de un pozo sólo puede sostener un cuerpo perecedero, el "agua viva" es capaz de saciar el espíritu eterno.

Las notables representaciones de la escena del pintor italiano medieval Duccio di Buoninsegna y del maestro renacentista alemán Lucas Cranach el Viejo tienden a sentar a Jesús directamente en la pared del pozo, lo que sugiere su dominio sobre los elementos fugaces de este mundo.

Sin embargo, al colocar a su modelo metafóricamente dentro del pozo, Da Vinci confunde la tradición y sugiere, en cambio, una fusión de los reinos materiales y espirituales, una difuminación del aquí y del más allá, en un plano compartido de creación eterna.

En la apasionante narrativa de Da Vinci, la Mona Lisa es ella misma una milagrosa ola de "agua viva", serenamente contenta al ser consciente de su propia e intensa infinitud.

Fuente: BBC/NEWS/Mundo, 2 de Marzo 2021

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