MI DECISIÓN ES LLEGAR HASTA EL FINAL
José Antonio Gómez, precandidato presidencial del PRSD
El senador y timonel del radicalismo advierte que el Gobierno debe olvidarse de las grandes batallas en el parlamento y apuntar a una gestión más eficiente. Quiere estar en las primarias para oxigenar la oferta política de la coalición de gobierno, y dice que el apoyo de Lagos a Insulza es importante pero no decisivo.
La noche del 19 de octubre de 1995 se abrieron las puertas del penal Punta Peuco y desde un furgón bajó el ex jefe de la DINA, general Manuel Contreras, para cumplir su condena por el crimen de Orlando Letelier, ocurrido casi 20 años antes en Washington. El entonces joven abogado y asesor de la ministra de Justicia, José Antonio Gómez, fue el encargado de recibir al "Mamo", mostrarle el lugar donde debía cumplir su condena y garantizarle que sus derechos serían respetados.
Algo que no había sucedido con él años antes, cuando fue arrestado y recluido en el Estadio Nacional luego del golpe militar. Paradojas de la vida, tiempo después el entonces Presidente Ricardo Lagos le pidió en el 2003 que se sumara a la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura, más conocida como Valech. La represión la vivió de cerca: su hermano, Juan Carlos Gómez Iturra, murió baleado por carabineros en 1979 y hoy su nombre está en los registros de otra comisión, la Rettig.
Aunque proviene de una familia de la izquierda socialista, en 1986 decidió ingresar al Partido Radical, porque cree en "un Estado fuerte, vigoroso, no grande, pero que se cruce a las desigualdades". Como buen radical, le preocupa la educación pública, aunque ahora agrega la salud pública, la creación de una AFP pública y de reforzar la televisión pública. José Antonio Gómez ha sido concejal por Las Condes, subsecretario de Justicia, ministro de la misma repartición, senador y ahora precandidato presidencial de su partido.
-¿Qué le pareció el anuncio de Ricardo Lagos de que no será candidato?
-La decisión del ex Presidente Lagos permite clarificar el panorama de la Concertación en forma inmediata para quienes podrían ser los precandidatos presidenciales. Se trata de una decisión que lo refleja en lo que es, un estadista, que piensa en Chile y tratando que la Concertación se ordene, se unifique y mire hacia el futuro de una manera distinta. Hay que valorar la forma y el momento en que toma la decisión.
-¿Que no compita es una señal de que la Concertación podría perder ante la derecha en 2009?
-Al revés, él se resta de la competencia interna que puede ser amistosa o no para ayudar al candidato único que represente a la Concertación. En su condición de ex presidente y líder de la coalición él puede ayudar más a su unidad desde esta posición; ese es el sentido de lo que decidió.
-¿Coincide con Lagos en el sentido que hay sectores en la Concertación que no tienen un compromiso con la gobernabilidad y el cumplimiento del programa de la coalición?
-Tenemos un problema en la Concertación de compromiso con el programa y con el gobierno de Bachelet, porque vemos muchos "descolgados" en asuntos esenciales, con acuerdos que hemos conversado y adoptados y que luego no son cumplidos, en eso coincido con él. Eso no puede seguir.
-Dicen que además pesó en Lagos que el PRSD y la DC no hayan sido explícitos en apoyar la idea de que el candidato presidencial tenga algo que decir en la conformación de las listas parlamentarias
-Entiendo la propuesta del ex presidente en el sentido que el candidato elegido después del 26 de abril pueda tener participación en la definición parlamentaria en los criterios, pero no en las personas, porque eso es un veto inaceptable. Los precandidatos no podrían tener esa facultad, ya que cada partido tiene su abanderado. Creo que su opinión al respecto fue mal entendida o no hubo suficiente claridad.
-¿Y qué le pareció el apoyo que Lagos endosó a José Miguel Insulza?
-Tiene todo el derecho a definir su apoyo, pero lo razonable es que sea la ciudadanía la que decida quién será el candidato único de la Concertación. Es relevante lo que hace Lagos, pero lo que decide es el voto en la primaria abierta.
-¿Y la candidatura suya del PRSD llegará hasta la primaria?
-Mi intención es llegar a la primaria. No era bueno repetir la primaria Lagos-Frei de hace quince años; ambos son dos ex presidentes de prestigio, pero el país ha cambiado y requiere de más alternativas. Sería muy bueno que a la primaria llegue un candidato por cada partido, porque eso permite que la gente defina con más opciones. Por eso es indispensable una definición competitiva, no sería bueno para la Concertación que esto termine en un acuerdo político. Por eso mi decisión es llegar hasta el final. Para eso necesito tener un partido firme, bien cohesionado y con los pantalones bien amarrados. Hasta el minuto eso lo tengo.
-No son muchos los que pueden decir algo así.
-Con mucho orgullo, creo que el PRSD es el partido más ordenado de la Concertación. Hemos votado siempre en forma leal con el gobierno; podrá haber diferencias políticas, pero somos leales.
-¿No desentonaron al participar de la idea de las dos listas en las municipales? ¿Qué lecciones les dejó eso?
-Para nosotros fue una muy buena decisión. En 2004 sacamos el 4,6% de los votos y este año llegamos casi al 7% elegimos 35 concejales más que en la elección anterior. Para el radicalismo fue un gran logro, pues superamos la barrera del 5%, que era lo que se nos atribuía electoral y políticamente. Crecimos y por fin pudimos competir en todo Chile, lo que no había sucedido nunca desde 1990. El Partido Radical, ya lo decíamos antes, necesita espacio para competir.
-Una consecuencia de las dos listas es que ahora ustedes mismos, los presidentes de la Concertación, acordaron terminar con la competencia por ejes, es decir el bloque PS-PPD-PRSD contra la DC.
-Esa fue una decisión común para trabajar en unidad. La DC ya no puede ir aislada porque eso le produce una merma electoral gigantesca. Hoy es posible generar más Concertación, hay más acuerdos programáticos, como los que adoptó la DC en su congreso ideológico. En mi opinión, ahora en las parlamentarias habrá más flexibilidad para armar las listas y cada partido pesará lo que pesó en la municipal. Además para ganar y ganar bien, en esta negociación hay que incluir al Juntos Podemos.
-Con tantas diferencias para enfrentar la elección municipal pasada, con tantas recriminaciones posteriores, tanta indisciplina en el Congreso y con tanta incertidumbre sobre la competencia presidencial, ¿cuál es su diagnóstico del estado de la Concertación?
-Creo que hoy estamos más ordenados desde el punto de vista político que hace unas semanas. Cuando decidimos poner fechas y plazos para llegar a primarias abiertas, conformar un equipo para trabajar la lista parlamentaria y otro para elaborar el programa, se produjo orden. Con este norte, la Concertación está ordenada. Sobre relación de la coalición con el Gobierno hemos intentado un trabajo coordinado, pero eso ha costado; basta ver lo que sucedió con el reajuste al sector público, por ejemplo. No siempre hemos tenido una relación franca, abierta o completamente coordinada. Todo esto lo hemos conversado en la Concertación e intentamos que este orden político permita que el Gobierno de la Presidenta Bachelet termine bien.
-El cronograma que fijó la Concertación no resuelve los problemas políticos de la Concertación, sólo establece un marco para que se resuelvan las controversias y competencias.
-Sí, pero ese marco ayuda, es un paso importante. Entiendo que el PS tomó el acuerdo que el candidato único de la Concertación pueda intervenir en las decisiones parlamentarias, lo mismo el PPD. Eso siempre ha sucedido en la Concertación en el pasado y nosotros estamos de acuerdo. El camino comienza a delinearse, nos faltan el programa y el candidato, y en eso están trabajando los partidos.
-¿Cómo vaticina que será este último año de Gobierno?
-Este es un año muy complicado porque estallan todas las pasiones. Una de las razones por las que pedimos una reunión con la Presidenta que no era para interferir en sus facultades era para ver en lo político el año de gobierno que queda y la necesidad que tenemos de que haya un equipo de trabajo afiatado con la Concertación. Más encima que viene la reelección de número importante de parlamentarios y eso nos puede generar mucha conflictividad. El equipo político del Gobierno, la Concertación y sus parlamentarios tienen que estar muy alineados. Ese es un tema clave a conversar con la Presidenta. Ya veremos cuando ella nos invita a este diálogo, que tiene un fin político, no es para entregarle listas ni ver nombres. En mi opinión, este año el trabajo del gobierno tiene que ser muy eficiente en las realizaciones. Pienso que muchos proyectos no deberían pasar por el Parlamento, porque allí al gobierno consigue más derrotas que triunfos. Por eso este periodo, en mi opinión, es de gestión.
-La suspensión de la cita de la Presidenta con los jefes de la Concertación produce más espacios de incertidumbre, porque el ajuste de gabinete sigue en curso y en paralelo la administración tiende a paralizarse.
-No creo que sea bueno que queden espacios de conversación sin cubrir. Pero también creo que la urgencia del cambio de gabinete disminuyó, la mayoría de los ministros que pensaban ser candidatos han manifestado su intención de quedarse en el Gobierno. La urgencia que había por el plazo constitucional del 13 de diciembre ha bajado. La Presidenta hará entonces el cambio de gabinete cuando lo estime oportuno, ¡capaz que ni sea ahora en diciembre y quede para más adelante!
-Pero el debate sobre el diseño para el último año ya comenzó y hay quienes hablan de un gabinete para hacer frente a la crisis económica o de tener un equipo para un año electoral y salir al paso de la derecha, que se ve con más opciones de llegar a La Moneda.
-Nadie debería equivocarse. La mejor campaña del candidato de la Concertación es que el gobierno sea eficiente y termine bien. Este no es un gobierno para disputar o discutir con el candidato de derecha, lo que tiene que hacer es cumplir con los compromisos adquiridos. Por ejemplo, hay muchas obras que deben concretarse, como los hospitales de Calama y Antofagasta, en mi zona. Son obras importantes para la gente. Necesitamos un equipo político fuerte, en alianza con la Concertación y sus parlamentarios, pero cuyo norte sea la eficiencia. Si estuviera en mis manos y veo que un proyecto tiene que ir al parlamento, donde la Concertación lo apoyará a medias y con dificultades, mientras tengo un presupuesto aprobado y líneas claras para este año que resta, me dedicaría a eso, a ser eficiente.
-Como la Concertación todavía no define su candidato presidencial, el abanderado de la oposición no tiene con quién pelear, con quien competir, a quien interpelar; no le queda otra que golpear al Gobierno y a la Presidenta Bachelet, como el episodio en la Enade, cuando la criticó por el colegio donde estudia su hija menor.
-Eso que hizo Piñera lo deja como una persona de poco criterio. No puede decir algo tan poco decoroso. No puede cuestionar a la Presidenta por un asunto tan personal. Él podría ser fustigado también por muchas cosas, pero ese no es el camino. Pero, bueno, con el cronograma que fijamos las cosas están decantando. Eduardo Frei está haciendo sus cosas, nosotros las nuestras y los otros partidos también están trabajando. Si bien el candidato único estará el 26 de abril, en el intertanto habrá un debate político entre Piñera y los precandidatos de la Concertación. Y eso cambia también el norte del Gobierno, porque el resultado de la elección depende mucho de él y cómo hace las cosas.
(Fuente: La Nación, 7 de Diciembre 2008)
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