lunes, 1 de febrero de 2021

¿ Qué sucedió con el poder político ?


 Por Eduardo Alvarado Espina

El poder como voluntad y control sobre otros se diluyó. El ejercicio de autoridad se convirtió en un permanente acto fallido de instituciones políticas sin consentimiento ni propósito. Unas instituciones que hoy dependen de la dimensión más trágica del poder: el uso de la fuerza. Por ello, nada que esté asociado a ellas tendrá posibilidad de legitimarse. Solo quienes tengan la suficiente lucidez para identificarse con este momento sin hegemonía –todo indica que no serán los partidos– serán capaces de solidificar el poder para pivotar el cambio político. Para ello, es clave saber interpretar la “oportunidad política” que abrió el estallido social y que el resultado del plebiscito del 25 de octubre consagró. Pero previamente hay que entender que, como toda relación social, el poder está en ninguna parte y en todas a la vez.

Después de tres décadas, Chile comenzó a vivir una resignificación de la polis como espacio de deliberación popular. Dicho de otra forma, la mayoría de la sociedad se volvió a politizar. Pero esta vez, no era solo para confrontar un régimen injusto y antidemocrático, sino que también para impugnar las normas de la cultura hegemónica, para cambiar el sentido común.

En ese interludio, se constató el vaciamiento de autoridad simbólica de instituciones como Gobierno, Congreso, Fuerzas Armadas y Carabineros, difuminándose el poder que detentaban. La mayoritaria petición de renuncia de Piñera o los manifestantes encarando a militares para que se retiraran de las calles, fueron una expresión gráfica y tangible de la pérdida de autoridad. Lo mismo sucedió con otras instituciones no estatales, como medios de comunicación, Iglesia y sindicatos.

Asimismo, surgió una voluntad contrahegemónica que afectó el soft-power de la tecnocracia neoliberal. No hay que olvidar que todo estalló con el incremento del pasaje en el transporte público, una decisión adoptada por uno de los tantos grupos técnico-económicos a cargo del diseño e implementación de las políticas estatales. Una decisión que tuvo como respuesta la evasión masiva del pago por parte de los estudiantes. A partir de esa acción, se hizo evidente que el argumento de que estas decisiones son técnicas (sin sesgos ideológicos) es irreal, dejando sin influencia en la esfera pública al relato de los cónclaves empresariales y gubernamentales de las últimas décadas.

Sin caer en la exageración, el estallido social instaló el vacío de poder en la sociedad chilena. Ya no había a quien seguir, ni a quien escuchar. Tampoco existía un cuerpo de ideas estructuradas en un programa político. Se consagró así el quiebre entre sociedad y Estado. Un quiebre que estuvo preludiado por “la revolución pingüina” de 2006, “el movimiento estudiantil” de 2011 y la masividad de manifestaciones sectoriales en los últimos años (ecológicas, feministas, laborales, de pensiones). Fue la irrupción de esa mayoría social y política que había sido sistemáticamente excluida del proceso de toma de decisiones, como evidenció posteriormente el plebiscito de octubre de 2020.

Ahora bien, para saber qué implica un vacío de poder en el devenir político institucional, hay que responder a la siguiente interrogante: ¿qué sucedió con el poder político? Para ello, hay que comenzar por entender qué es el poder y cómo este se despliega en la política.

El poder, una relación social y cultural

Desde Maquiavelo hasta nuestros días, el poder se ha entendido en una doble dimensión: consentimiento y fuerza. Ambas dimensiones exponen la capacidad que tiene una persona o un grupo de personas de convencer u obligar a otras para que hagan algo que no haría por propia iniciativa, voluntad o convicción (Easton, 1968; Aron, 1968; Friedrich; 1968). Yendo un poco más allá, Weber (1980) señaló que el poder se define por su capacidad de sintetizar lucha y política. Es decir, el poder sería “cualquier oportunidad en una relación social para imponer la voluntad de uno frente a la resistencia de otros, independientemente de lo que haya dado origen a esa oportunidad”. Entonces, hay que entender el poder como una relación social de oposición y resistencia, donde triunfa quien impone finalmente su voluntad, ya sea por consentimiento o fuerza.

En política, el poder es democrático cuando es consentido por mandato. Ese consentimiento es la influencia que ejercen algunos individuos a través de la moral, el carisma o el conocimiento que otros reconocen como necesario para liderar iniciativas, proyectos u organizaciones. Para que así sea, es esencial que las ideas y valores proyectados por ese liderazgo sean capaces de aunar una identidad colectiva. Cuando esto se consigue, se impone una identidad cultural que es reconocida como legítima por una mayoría y que, por este motivo, consigue gobernar y dirigir una comunidad desde una posición hegemónica. Así, el consentimiento, que es voluntario, produce un halo de poder exógeno e invisible que hace difícil cuestionar el dominio de esa identidad cultural.

Otra forma de entender el poder es la que propone Foucault (2012) a partir de los dispositivos de control . Este planteamiento supone que el poder está vinculado a las normas que definen la idea de lo aceptable en sociedad. Esos dispositivos no son evidentes, ya que se instalan en los procesos de socialización humana desde arriba hacia abajo. Son los que conforman el sentido común o la ideología dominante. Por ejemplo, que una persona es insana porque no se apega a las reglas de normalidad o que el esfuerzo individual es premiado por el mercado. Estos dispositivos actúan como principios rectores internos de lo que es aceptable y qué no lo es. Un ajuste normativo de la consciencia a las reglas de la normalidad, que es esencial para el ejercicio del poder. Entonces, cuando se produce el desajuste entre las normas aceptadas y la realidad observada, el poder, en cuanto relación social, pierde el consentimiento de quienes lo habían validado.

Del desequilibrio normativo, voluntad contrahegemónica e instituciones sin poder

El estallido social fue la expresión concreta de un desajuste o desequilibrio normativo (Mayol, 2020). Esto sucede cuando las normas que se entienden comúnmente aceptadas, no se aplican por igual. En otros términos, en toda sociedad hay normas escritas (leyes) y no escritas (morales) que deben ser cumplidas por todos, pero si en los hechos hay un grupo privilegiado de individuos que queda exento de hacerlo, entonces surge un desequilibrio que será la base, en caso de no ser corregido, de una futura impugnación al orden establecido. Por ello, evadir, tomarse las calles o enfrentar a la autoridad fueron acciones que la población consideró legítimas, para desafiar la relación de poder anteriormente aceptada .

De esta forma, se fueron desactivando varios dispositivos de control de la cultura dominante. Se impugnaron ciertas lógicas de lo “cierto” que impuso la estructura e ideología neoliberal, como aquella norma no escrita de que el mérito era adecuadamente recompensado por el mercado. Es más, mediante la colectivización del testimonio personal se hizo visible todo un sistema de abusos dedicado a transferir rentas desde los más pobres a los más ricos, el que va desde las AFP hasta el Crédito con Aval del Estado (CAE) para estudios superiores. Millones de personas en las calles durante semanas dieron cuenta de que esa impugnación era ampliamente compartida, dando forma a una voluntad contrahegemónica. Y cuando eso sucede, los valores e ideas acordados por las élites para ejercer el poder político van siendo poco a poco invalidados.

Fue entonces que el poder instituido dejó al desnudo su fragilidad, al asumir la impugnación como lo haría el mal príncipe de Maquiavelo, esto es, si no se puede ser amado, más vale ser temido. En la práctica, se recurrió a la fuerza de la policía y los militares. Con una ceguera propia de quien se considera incuestionable, la crisis del sistema se atendió como un asunto de orden público para la defensa de la democracia, como bien lo sintetiza la frase “estamos en guerra” a la que apeló el Presidente de la República el 19 de octubre de 2019. Por cierto, como señalan Levitsky y Ziblatt (20209), este es un pretexto que suele esgrimirse para subvertir la democracia. El resultado final fue la pérdida de legitimidad del poder instituido. De hecho, aumentó la resistencia a la acción coercitiva del Estado, la que dio paso al momento destituyente de las instituciones del poder y sus mandatarios.

Debido a todo lo anterior, el Gobierno perdió toda influencia en la agenda política del país. Ya no había propuesta que ofrecer más allá de la administración de algunas medidas que poco y nada respondían a las demandas sociales. En otras palabras, el Gobierno ya no podía ejercer el liderazgo institucional que impone el presidencialismo. Sebastián Piñera quedó como un costoso lastre para un régimen democrático derruido. Todo intento posterior por retomar algún tipo de liderazgo durante la emergencia sanitaria del COVID-19, denotó más bien la ansiedad de figuración personal del Presidente, antes que una visión política de Gobierno. Un síntoma más de la pérdida de consentimiento político y, por ende, de poder.

Finalmente, el plebiscito constitucional del 25 de octubre acabó por ratificar la presencia de esa voluntad contrahegemónica que subyacía en el estallido social. El aplastante resultado a favor de las opciones Apruebo y Convención Constitucional tiene dos lecturas que lo demostrarían: 1) la ciudadanía quiere más democracia; y 2) no quiere que la Constitución sea elaborada por la actual élite política. La primera tiene que ver con la democracia etimológica, esto es, que sea el pueblo el que escriba las reglas del juego. La segunda, se vincula a lo que algunos analistas han denominado el proceso destituyente de la élite gobernante de los últimos treinta años. Es lo que se deduce de ese 80% que prefirió un órgano constitucional sin los actuales parlamentarios. En pocas palabras, el plebiscito confirmó que ya no hay poder en quienes han sido impugnados.

En síntesis, el poder como voluntad y control sobre otros se diluyó. El ejercicio de autoridad se convirtió en un permanente acto fallido de instituciones políticas sin consentimiento ni propósito. Unas instituciones que hoy dependen de la dimensión más trágica del poder: el uso de la fuerza. Por ello, nada que esté asociado a ellas tendrá posibilidad de legitimarse. Solo quienes tengan la suficiente lucidez para identificarse con este momento sin hegemonía –todo indica que no serán los partidos– serán capaces de solidificar el poder para pivotar el cambio político. Para ello, es clave saber interpretar la “oportunidad política” que abrió el estallido social y que el resultado del plebiscito del 25 de octubre consagró. Pero previamente hay que entender que, como toda relación social, el poder está en ninguna parte y en todas a la vez.

Fuente: El Mostrador, 1 de Febrero 2021

martes, 26 de enero de 2021

Caso Frei: Indignación profunda en la DC

 Indignación profunda en la DC por absolución en caso Frei: dirigentes y parlamentarios acusaron impunidad y familia recurrirá ante la Suprema


Como “indignante”, una “injusticia” y “francamente inexplicable” fue catalogada en la Democracia Cristiana la resolución de la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, que revocó el fallo del ministro Alejandro Madrid y absolvió a los 6 acusados por el magnicidio de Eduardo Frei Montalva, a días de cumplirse el aniversario número 39 de su muerte. Según Nelson Caucoto, abogado de Carmen Frei Ruiz-Tagle, el fallo de segunda instancia tiene “errores manifiestos” y recurrirán ante la Corte Suprema “para demostrar que hubo homicidio, que hubo incidencia de elementos tóxicos, que las intervenciones quirúrgicas eran innecesarias y que la actuación de los patólogos de la Universidad Católica fue cuestionable desde todo punto de vista, tanto ético como médico”.

La resolución de la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, que revocó el fallo del ministro Alejandro Madrid absolviendo a los 6 acusados por el magnicidio de Eduardo Frei Montalva provocó indignación en las filas de la Democracia Cristiana.

Para la carta presidencial de la Falange, Ximena Rincón, la decisión de la sala integrada por los ministros Jaime Balmaceda, Paola Plaza y Guillermo de la Barra es “indignante”, mientras el presidente del partido, Fuad Chahin, sostuvo que la resolución es lisa y llanamente una “injusticia”, por lo que esperan revertir el resultado ante la Corte Suprema.

Con su resolución, la Novena Sala de la Corte de Apelaciones refutó las conclusiones de la investigación de casi 15 años del ministro en visita Alejandro Madrid al sostener que “Eduardo Frei Montalva no fue víctima de homicidio, sino que falleció como consecuencia de complicaciones médicas”. La decisión favorece al médico Patricio Silva Garín, al exCNI Raúl Diego Lillo Gutiérrez, al chofer personal de Frei e informante de la CNI, Luis Alberto Becerra Arancibia, el doctor Pedro Samuel Valdivia Soto, y los tanatólogos de la UC, Helmar Egon Rosenberg Gómez y Sergio Javier González Bombardiere.

Vía Twitter, Rincón señaló que “Frei Montalva fue asesinado y esperamos que en la Corte Suprema así se establezca”. “Indigna esta decisión de la Corte de Apelaciones, indigna porque sabemos qué ocurrió y sabemos que si existiera colaboración de instituciones involucradas, se tendrían pruebas contundentes”, indicó.

En las filas de la Falange hubo sendas muestras de solidaridad hacia Carmen Frei, vicepresidenta del partido, quien ha sido incansable en la búsqueda de la verdad por el magnicidio de su padre, bajo el hashtag #justiciaparafrei en redes sociales.

“Mi solidaridad con Carmen Frei y su familia, que han dado una lucha de años por lograr justicia y verdad”, señaló el diputado Víctor Torres, en tanto su colega Gabriel Ascencio indicó que “el fallo es francamente inexplicable”.

Matías Walker, presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, sostuvo que “no será ni la primera ni la última vez que se niega justicia a las víctimas de la dictadura”, y a su vez el candidato a gobernador de unidad Constituyente a la gobernación de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, sostuvo que “este fallo es inesperado y duele enterarse que la muerte del Presidente Eduardo Frei Montalva pueda quedar impune. Chile no olvida, y la historia se encargará de recordar su legado”.

Por su parte, el abogado constitucionalista Patricio Zapata, planteó en Radio Cooperativa que el fallo absolutorio “reafirma que la dictadura infiltró el entorno de Frei” y además recordó que se produce a días de cumplirse el aniversario número 39 de la muerte del exmandatario.

Querellantes recurrirán contra fallo absolutorio

En tanto, los abogados querellantes Francisco Ugás y Nelson Caucoto, representantes de la hija del ex mandatario Carmen Frei Ruiz Tagle, anunciaron que recurrirá contra el fallo absolutorio ante la Corte Suprema. “Tenemos esperanza que el máximo tribunal revierta esta sentencia y sancione a los culpables del homicidio calificado del presidente Frei”, indicó Caucoto.

Caucoto añadió que “los ministros autores de este fallo que se recurrirá son muy respetados y respetables, y es lamentable que no hayan podido ser convencidos que el asesinato del ex mandatario fue la más sofisticada de las operaciones de inteligencia realizadas por la dictadura militar, pese a existir pruebas suficientes en ese sentido”.

De acuerdo al profesional, el fallo de  segunda instancia sigue manteniendo la tesis de una muerte de complicaciones médicas, sostiene que la actuación de los médicos patólogos de la Universidad Católica fue “pública, transparente y necesaria”, y además niega que hayan existido elementos tóxicos que incidieron en esa muerte.

Sin embargo, según Caucoto, “todos esos aspectos serán rebatidos ante la Corte Suprema, pues en ellos radica los errores manifiestos del fallo de segunda instancia, y para ese efecto señalaremos las pruebas que logró acumular el ministro Madrid en su larga investigación para demostrar que hubo homicidio, que hubo incidencia de elementos tóxicos, que las intervenciones quirúrgicas eran innecesarias y que la actuación de los patólogos de la Universidad Católica fue cuestionable desde todo punto de vista, tanto ético como médico. Debe recordarse al respecto que mantuvieron durante 20 años ocultos los procedimientos que realizaron y nada fue hecho a la luz pública. Todo fue oculto y secreto”.

Fuente: El Mostrador, 25 de Enero 2021

domingo, 24 de enero de 2021

A 39 años del crimen del Presidente Frei Montalba


 La "curiosidad intelectual" de Frei Montalva y su amor por Chile, a 39 años del crimen
Publicado:
  
Autor: Cooperativa.cl

Al conmemorar el magnicidio de su padre, Carmen Frei ve en este nuevo aniversario "una oportunidad para recordar los fundamentos de nuestro compromiso con la democracia y la justicia".

"El mejor homenaje que se le puede hacer es una sentencia condenatoria contra todos aquellos que se alzaron contra él", expresó el abogado de DDHH Nelson Caucoto.

La Corte de Apelaciones de Santiago revisa las apelaciones al fallo del juez Madrid y podría modificar el tipo de delito, pasando a homicidio calificado.

Este viernes 22 de enero se cumplieron 39 años del fallecimiento del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, motivo por el cual su hija Carmen Frei invitó a recordarlo a través de un conversatorio en línea, titulado "Testimonio, Justicia y Nueva Constitución", y que contó con la participación del abogado constitucionalista Patricio Zapata, el abogado de derechos humanos Nelson Caucoto y el periodista Sergio Campos.

El evento digital, que tuvo lugar en la plataforma Zoom, contó con cerca de 300 espectadores que se unieron, previa inscripción, para conmemorar la muerte, calificada como un magnicidio cometido en dictadura según una sentencia judicial de primera instancia.

En este marco, Carmen Frei expresó que "este aniversario es también una oportunidad para recordar los fundamentos en los que descansa nuestro compromiso con la democracia, con la justicia, con la solidaridad, a la luz del momento histórico en el que estamos viviendo".

"Desde que inició su vida política mi padre, al finalizar la segunda década del siglo pasado hasta su muerte el año 1982, siempre trató de responder a los desafíos de cada época con un análisis profundo y sobre todo con una mirada de futuro", valoró la ex senadora DC.



A su vez, Zapata enfatizó que "ojalá pudiéramos conocer a Chile y amar a Chile un 10 % de lo que Eduardo Frei conocía y amaba a Chile, conocer a Chile y amar a Chile, conocer su tierra, como Frei describiendo su experiencia como ministro de Obras Públicas, recorriendo el terriotrio, sus años en Lontué, y la huella indeleble que le dejó el contacto con el campesino como campesino".

"Hay un libro de Frei que se llama 'El mandato de la historia y las exigencias del provenir', historia, provenir, el mandato de la historia, las exigencias del porvenir. Su curiosidad intelectual es impresionante", destacó.

JUSTICIA, "EL MEJOR HOMENAJE"

El abogado Nelson Caucoto manifestó que "ni el Presidente ni nadie se merece haber caído en las manos de estos sujetos desalmados, una operación de basto alcance donde mienten, miente y terminarán mintiendo en esta causa".

Por ello, subrayó, "el mejor homenaje que se le puede hacer es que salga la sentencia condenatoria en contra de todos aquellos que se alzaron contra el Presidente".

La muerte de Eduardo Frei Montalva, en la Clínica Santa María, fue un homicidio, de acuerdo al fallo del juez Alejandro Madrid, el que revisa actualmente la Corte de Apelaciones, cuyo fiscal recomendó retipificar el delito como un homicidio calificado.

Se espera que durante enero o principios de febrero el tribunal de alzada de a conocer su veredicto sobre las penas de los 3 inculpados que aún viven: Luis Becerra Arancibia, chofer del ex Presidente e informante de la CNI, condenado a 7 años de cárcel como coautor del homicidio; Raúl Lillo Gutiérrez, agente de la CNI, condenado a 7 años de presidio como coautor del homicidio; y Pedro Valdivia Soto, médico, condenado a 5 años de cárcel como cómplice de homicidio.

Otros 3 condenados por el juez Madrid ya fallecieronPatricio Silva Garín, médico y sentenciado a 10 años de presidio como autor del delito de homicidio; Helmar Rosenberg Gómez, tanatólogo, sentenciado a 3 años de presidio como encubridor; y Sergio González Bombardiere, tanatólogo, condenado a 3 años de cárcel como encubridor.

Fuente: Cooperativa/Noticias/Judicial, 22 de Enero 2021

sábado, 23 de enero de 2021

Servel ordena el naipe de las elecciones

 Servel ordena el naipe de las elecciones en abril: Las candidaturas que no pasaron el filtro de la ley


Fue rechazada la lista del Partido Humanista por no cumplir con la disposición sobre personas con discapacidad, así como otras postulaciones que fueron declaradas como independientes pero estaban afiliadas a un partido. En todos los casos hay un plazo de cinco días para reclamar al Tribunal Calificador de Elecciones. Las listas de la organización Felices y Forrados fueron declaradas inadmisibles.

Este sábado el Servicio Electoral (SERVEL) entregó el listado definitivo de las  candidaturas aceptadas y rechazadas de cara a las elecciones programadas para el 11 de abril, que incluye alcaldes, concejales, gobernadores regionales y convencionales constituyentes.

En el caso de las candidaturas a la convención constitucional, de las que se inscribieron el 11 de enero, fueron aceptadas 1373 y rechazadas 189 fueron rechazadas.Paralelamente 95 candidaturas fueron declaradas "inadmisibles" por el Servel. Esta fue la situación de las listas que presentó la empresa Felices y Forrados, que se dedica a hacer recomendaciones previsionales, pero cuyas candidaturas, según el Servel, infringieron los Artículos 18, 132 y la disposición vigésimo novena transitoria de la Constitución Política de la República y los artículos 2 y siguientes de la Ley 18.603 sobre Partidos Políticos”.

En el listado definitivo, también aparece como rechazada la lista de candidatos a la Convención Constituyente que inscribió el Partido Humanista por no cumplir con la norma cuadragésimo séptima transitoria de la Constitución que busca incluir entre los convencionales a personas  con discapacidad. "De la totalidad de las declaraciones de candidaturas de las listas conformadas por un solo partido político o pactos electorales de partidos políticos, se establecerá un porcentaje mínimo del cinco por ciento del total respectivo de candidaturas para personas con discapacidad", dice la normativa.

En cuanto a algunas candidaturas independientes que quedaron fuera se incluye la del cineasta Silvio Caiozzi, por no presentar declaración de patrimonio e intereses y la del artista visual Arturo Duclós, por no reunir las firmas suficientes, lo mismo ocurrió con la pintora Concepción Balmes. También la del ex director del Museo de Bellas Artes, Milan Ivelic. En este caso porque la lista no cumple con la paridad de género en el distrito 11

Otro de los motivos para quedar legalmente excluido fue que algunas candidaturas fueron declaradas como independientes pero las personas estaban afiliadas a partidos políticos.

De todas maneras, la ley contempla un plazo de cinco días para reclamar la resolución al Tribunal Calificador de elecciones. " Los partidos políticos y los candidatos independientes podrán, dentro de los cinco días siguientes a la publicación de la resolución de aceptación o rechazo de candidaturas, reclamar ante el Tribunal Calificador de Elecciones”, detalla la normativa.

El listado completo de candidaturas aceptadas y rechazadas, para todos los cargos que serán elegidos el 11 de abril, se puede encontrar en el siguiente link


Fuente: El Mostrador, 23 de Enero 2021


jueves, 21 de enero de 2021

Segunda Ola : Informe ICovid

 Segunda Ola: informe ICovid advierte que en Chile aún "está en rojo la dinámica de contagio"


El equipo formado por especialistas de las universidades de Chile, Católica y de Concepción recogió información hasta el 16 de enero y estableció que "conviven situaciones de claro crecimiento epidémico en el norte, estabilidad en el centro y reducción de los casos en algunas regiones del sur del país. Sin embargo, debe destacarse que la carga de casos se estabiliza, pero a un nivel muy alto de contagios (indicador en rojo), con tasas de más de 10 por cada 100 mil personas en todas las regiones del país".

El equipo formado por especialistas de la Universidad de Chile, la Universidad Católica y la Universidad de Concepción que elabora el informe ICovid, presentó una nueva versión del reporte y los resultados recomiendan seguir alerta con las medidas de autocuidado, aunque –según el documento– hay un "enlentecimiento de la transmisión", el territorio nacional todavía "está en rojo en la dinámica de contagio".


El reporte, que incluye información recogida hasta el 16 de enero, consignó que a pesar del enlentecimiento "en este promedio, conviven situaciones de claro crecimiento epidémico en el norte, estabilidad en el centro y reducción de los casos en algunas regiones del sur del país. Sin embargo, debe destacarse que la carga de casos se estabiliza, pero a un nivel muy alto de contagios (indicador en rojo), con tasas de más de 10 por cada 100 mil personas en todas las regiones del país, con varias regiones con tasas por sobre los 50 por cada 100 mil (Tarapacá, Los Ríos y Los Lagos), lo que es sin duda muy preocupante", muestra el informe.

Los especialistas hicieron un llamado a observar con atención los efectos de la movilidad estival. "Los efectos en la transmisión que pueda tener la movilidad interregional en el contexto del período estival y las vacaciones son aún
poco claros, por lo que debe observarse con atención cómo los patrones observados pueden variar junto con la movilidad de la población hacia sitios vacacionales", señala el reporte.

El informe consigna que ha aumentado "significativamente" la cantidad de test PCR, mostrando una baja tasa de positividad de 8%, pero aún alta en relación con el 5% de antes de las fiestas de fin de año.

Donde las cosas no andan bien, es en cuanto a la trazabilidad. El reporte de los especialistas afirma que "los tres indicadores de trazabilidad analizados por ICOVID no muestran mejoras significativas desde octubre, lo que es sumamente preocupante para un control efectivo de la pandemia. En particular, preocupa que a nivel nacional casi un 40% de las muestras demoran más de 24 horas en ser procesadas e informadas a la autoridad de salud".

Un panorama preocupante se ve también en materia de ocupación de camas críticas. Todos los indicadores asociados a capacidad hospitalaria continúan mostrando un aumento sostenido y progresivo. Este crecimiento podría producir aún un mayor estrés en las próximas semanas en la ocupación de camas UCI por pacientes COVID, razón por la que el aparente enlentecimiento en la velocidad de transmisión en el promedio nacional debe ser interpretado con mucha prudencia por parte de la autoridad".

En resumen, el informe semanal destaca que "a nivel de regiones las cargas más altas se observan en Tarapacá (55,4), Los Ríos (51,8) y Los Lagos (61,4). Resulta importante mencionar que la situación es heterogénea dentro de
Chile. Mientras regiones muy afectadas por la pandemia muestran indicios de reducción de carga en la última semana en el sur de Chile (Biobío, Araucanía, Magallanes), la mayor parte de la zona centro se mantiene sin variaciones en la carga de casos (incluyendo las regiones Metropolitana y Valparaíso), al mismo tiempo que en el norte hay regiones en clara expansión (Arica y Parinacota, Atacama). Esto nos debe recordar que la epidemia está compuesta por múltiples brotes en distintas fases y velocidades de contagio".

Finalmente, el informe establece que "todas las regiones presentan este indicador en color rojo, su carga estimada está por sobre 10 casos por 100 mil habitantes (o alguno de sus límites de la estimación sobrepasan el 10), lo que significa que la pandemia está produciendo una muy alta carga de infectados a lo largo del país".

Puedes revisar el informe completo aquí.

Fuente: El Mostrador, 21 de Enero 2021

miércoles, 20 de enero de 2021

Cazar al cazador

 "Cazar al cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad": un impactante libro sobre violaciones a los DDHH y sus ejecutores durante la dictadura militar

Por José Miguel Ruiz


Señala la autora, la periodista y académica Pascale Bonnefoy, en el prefacio: “Este libro aborda la travesía de los detectives del departamento V y de la Brigada de Homicidios dedicados a casos de derechos humanos en los noventa. Sé que quedan muchos secretos que no llegué a conocer. También que la realidad no es en blanco y negro; hubo mucho gris en el tránsito desde el régimen militar autoritario a una democracia restringida y presa de amarres, pero democracia al fin y al cabo”.

Cazar al cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad narra lo que realiza una brigada de detectives, creada en el gobierno del presidente Aylwin, destinada a la investigación de delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar. Un pequeño grupo que deberá enfrentarse también a la suspicacia o rechazo de sus propios compañeros, pues se investigará a personas de la misma institución, y a la desconfianza de los familiares de las víctimas.

Los casos más emblemáticos de las violaciones a los Derechos Humanos son abordados: el asesinato del ex Canciller Orlando Letelier, del ex Comandante en Jefe del Ejército Carlos Prats y su mujer; del intento del asesinato de Bernardo Leigthon y de su esposa; de Liza Videla, asesinada por Osvaldo “Guatón” Romo, arrojada luego a la embajada de Italia; de los Degollados; del asesinato de Tucapel Jiménez y del carpintero Juan Alegría para ocultar ese crimen; y así van apareciendo personajes como Michael Towley, Eugenio Berríos, el químico responsable de la fabricación del gas sarín, asesinado en Uruguay, Armando Fernández Larios, Osvaldo Romo, Otto Trujillo, Miguel Estay Reina, “el Fanta”, la mayor Ingrid Olderock, torturadora en Venda Sexy. Y los jefes de la DINA, Manuel Contreras y Pedro Espinoza, y otros, algunos de los cuales fueron llevados a la justicia. El caso de Colonia Dignidad es ampliamente tratado, con su secuela de encubrimientos a la tortura y desaparición de opositores al régimen militar, por parte de los jerarcas de la colonia y la pedofilia de Paul Schäfer.

Admira la exhaustiva investigación de la autora, para presentar hechos, ejecutores de ellos y antecedentes que permiten conocer más de esa parte de nuestra historia, cuya mayor fuente de información fue el Archivo de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI.

Habría mucho que decir sobre lo leído, desde la detención de Manuel Contreras, refugiado en su fundo en Fresia, fuertemente protegido por personal militar; de los tiempos de la “justicia en la medida de lo posible”, con el aviso y presión militar del “ejercicio de enlace” o del “boinazo”, que pusieron en jaque a la incipiente democracia recuperada. El libro nos lleva a descorrer una cortina para conocer más allá de lo que los chilenos hemos sabido comúnmente sobre la base de hechos pintados en trazos gruesos y otros ya casi difuminados, y nos permite develar lo que hay tras de esos sucesos. Detrás de aquella realidad cotidiana, hay otra que fluye subterráneamente. La de seres que confabulan, de fuerzas oscuras en la raíz del surgimiento de lo peor de los seres humanos: la incapacidad de empatizar con el dolor de otro ser humano y, más bien, experimentar fruición o negación ante ese, justificándolo con la idea de que todo se realiza por altos ideales de servicio a la patria... Es la tortura y su justificación.

Un gran libro de Investigación Periodística, clave para conocer entretelones de parte de lo ocurrido en Chile en los tiempos más oscuros de la dictadura, muy bien escrito o contado (que se puede leer como una novela, si se entiende esto no como concesiones a la ficción sino por la fuerza y fluidez de lo narrado), con historias de dolor pero también de heroísmo, de policías conscientes del peligro por llegar a la verdad de crímenes de lesa humanidad: las de una pequeña brigada de detectives en el período de la transición a la democracia –inmersos en un mundo donde el engaño, la confabulación, la traición, la inhumanidad, el horror campean tras lo cotidiano–, investigando para que la verdad prevalezca, cubierta como estaba por el velo interpuesto entre lo ocurrido y lo que se ha ocultado, y la justicia pudiera hacer lo suyo, aun “en la medida de lo posible”.

Cazar al Cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad, Penguin Random House Grupo editorial, S.A. Este libro fue finalista del Premio Municipal de Literatura 2019, categoría Investigación Periodística

Fuente: El Mostrador, 20 de Enero 2021

domingo, 17 de enero de 2021

Decálogo de "la hora de los atorados"

Por Alejandra Vásquez

 El 12 de enero empezó la hora de los atorados de la ciudadanía militante y no militante en contra de los partidos políticos por la manera cómo enfrentan sus procesos internos, quiénes son sus “aliados” para construir las distintas listas de candidatos y candidatas para las elecciones de este año tan importante. Lamentablemente en este caso, la molestia no es algo que desaparece con un par de mensajes en cámara, aunque estén llenos de garabatos de diverso calibre. El abuso de poder demostrado por las diversas cúpulas partidarias indigna.

En los 90´s había un programa en la radio Rock & Pop que se llamaba “la hora de los atorados”. Consistía en que una persona cualquiera que estaba atorada con una molestia, la declaraba frente a cámara (no más de 15 segundos) y se desahogaba, luego lo transmitían en la radio. Era muy entretenido, a diario escuchábamos como les mandaban quejas y mensajes a sus jefes, parejas, choferes de micros u otros/a.

El 12 de enero empezó la hora de los atorados de la ciudadanía militante y no militante en contra de los partidos políticos por la manera cómo enfrentan sus procesos internos, quiénes son sus “aliados” para construir las distintas listas de candidatos y candidatas para las elecciones de este año tan importante.

Lamentablemente en este caso, la molestia no es algo que desaparece con un par de mensajes en cámara, aunque estén llenos de garabatos de diverso calibre. El abuso de poder demostrado por las diversas cúpulas partidarias indigna. Aquí el decálogo de la indignación con los partidos políticos:

Uno, indigna que hayan renunciado a la esencia del hacer política que es buscar acuerdos por un bien común. Los egos y cálculos internos que primaron, hoy hacen que todos se lamenten por el resultado de inscribir siete listas distintas.

Dos, indigna que traten la elección de la Convención Constitucional como si fuera una elección más para administrar los grupos internos y no como el proceso re-fundacional que será escribir una nuevo texto constitucional que marcará la vida de Chile en los próximos años.

Tres, indigna que estén preocupados por equilibrios internos y no de buscar nuevas respuestas a los desafíos que nos enfrenta la pandemia y la nueva era digital.

Cuatro, indigna la desconexión con las necesidades de la gente y que hagan escasos esfuerzos por recobrar la confianza de la ciudadanía.

Cinco, indigna que estén peleando todo el día discutiendo quién tiene la razón en vez de buscar acuerdos para mejorar las cosas.

Seis, indigna que los partidos se declaran cansados de los abusos, sin embargo, ¿qué más abusivo que proponerle a la ciudadanía una y otra vez a los mismos nombres de siempre y en algunos casos incorporando a sus familiares?

Siete, indigna que usen el cambio como bandera de lucha, pero le hacen el quite a las primarias y prima el principio del que tiene mantiene cuando se proponen nuevos nombres para renovar a las diversas autoridades.

Ocho, indigna que se declaren feministas y crean que solo se trata de cupos y a las mujeres las muevan de un lugar a otro como piezas de ajedrez o las hagan pelear entre ellas.

Nueve, indigna que para la tele sean accesibles, pero cuando se les requiere fuera de ella no responden.

Diez, indigna que hablen de transparencia y solo cumplan con los mínimos que establece la ley, transformando el piso en techo.

Es el momento de revisar propósitos y prácticas, remediar y, en algunos casos, hacerse a un costado para dejar que aparezcan nuevos liderazgos que construyan nuevas respuestas para los tiempos que corren.

Fuente: El Mostrador, 17 de Enero 2021

jueves, 14 de enero de 2021

A 72 años del histórico voto universal femenino en Chile

 72 años después, chilena recuerda el histórico voto universal femenino: "Salimos de la esclavitud"

Por Emilio Contreras


Este 14 de enero se cumplen 72 años desde la promulgación del sufragio femenino universal, todo un hito para las chilenas de la época que desde 1934 venían exigiendo la igualdad de derechos no sólo frente a la urna, sino en todos los aspectos de la sociedad civil.

El debate comenzó en 1920 y tuvo diversos detractores: desde los partidos anticlericales e izquierdistas que creían que las mujeres tendían a simpatizar por el conservadurismo, hasta los mismos conservadores que miraban con desconfianza el ejemplo de las sufragistas europeas.

De acuerdo a Memoria Chilena, sitio web dependiente de la Biblioteca Nacional, esa y otras trabas retardaron el debate hasta 1934, año en que se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales tras innumerables esfuerzos.

En 1941, un proyecto de ley sobre el sufragio universal e igualitario de las abogadas Elena Caffarena y Flor Heredia, dos voces y activistas fundamentales del feminismo chileno, fue rechazado sorpresivamente en el Congreso a pesar del apoyo del presidente Pedro Aguirre Cerda.

Sólo ocho años después la discusión dio origen en el parlamento a la ley Nº 9.292; una modificación de la ley general de inscripciones electorales donde se establecía que, por fin, la mujer tenía derecho a voto en las elecciones parlamentarias y presidenciales y, a su vez, el derecho a postular por sí misma a ocupar dichos cargos.

El logro no hubiese sido posible sin el trabajo del Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) y la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), pero tampoco sin el impulso de miles de chilenas que exigieron desde sus territorios una sola palabra: igualdad.

Historia de una liberación

Una de las que respaldó y participó de este hito fue Mercedes Jiménez Vega (96), quien ejerció su derecho a voto por primera vez en las elecciones presidenciales de 1952 que erigieron a Carlos Ibáñez del Campo.

“Me acuerdo que cuando ocurrió lo del voto, fue una algarabía muy grande. Las mujeres nos volvimos locas porque salimos de la esclavitud… Que la verdad sea dicha”, recuerda sin tapujos en diálogo con BioBioChile.

“Esto lo digo porque siempre fuimos el patio trasero del hombre… Con el voto, hubo una pequeña liberación de la mujer”, agrega.

Según sus recuerdos, el agitado debate al respecto no llegó a los niveles de la clase política actual. “Porque la gente era más tranquila, no había tanta tontera; había respeto, era otra cosa”, resume.

Lo que sí rememora nítidamente, es la resistencia que pusieron los hombres a la idea de igualdad electoral.

“Estaban reacios, siempre los hombres han sido más machistas, así que no les gustó mucho. Pero triunfaron las mujeres. Habían si personas que nos alentaban mucho en esos años”, cuenta.

Los padres, recuerda Mercedes, tampoco ayudaron demasiado: “Los mayores siempre se quedan calladitos… Los hombres no estaban muy de acuerdo, pero para nosotras era una alegría grande. Era una liberación para la mujer, que en esa época era el patio de atrás de la casa. Era una época muy machista”.

Por lo mismo, a 72 años de la hazaña, cree genuinamente que el país ha evolucionado en este aspecto. “Por el momento, creo que estamos bien, porque por lo menos la mujer tiene más libertad y se han preocupado más de una, porque antes el hombre les sacaba la mugre (a las mujeres), iban a Carabineros y no les hacían caso. Ahora hay más respeto para la mujer, porque sí somos todos seres humanos. Antes no, el hombre mandaba la cosa, ahora es más igualitario”.

No es suficiente

Tras la promulgación, vino una campaña nacional de los colectivos feministas para incentivar la inscripción en el Servicio Electoral.

En algunos rubros profesionales, fue requisito primordial que las postulantes estuvieran inscritas para optar a un puesto de trabajo. Los políticos, a su vez, comenzaron a incluir a las mujeres en sus discursos, aunque con un afán netamente instrumental: “Ya se sabía que estaban a la orden del día, esperando el voto de uno”, agrega.

Casada a los 15 años, para su primera votación Mercedes ya era madre. “Mi marido era muy bueno y me respetaba: me decía que ahora que votaba, yo lo iba a mandar a él”, dice entre risas.

Desde aquel entonces, adquirió un hábito que sólo fue interrumpido en la época de la Unidad Popular. “Yo votaba en Quinta Normal e hicimos una fila enorme una vez. Íbamos pasando tranquilamente al local, no había boche, nada, uno votaba tranquilamente y volvía a su casa, sin problemas”, explica sobre sus primeras experiencias democráticas.

“Yo votaba a consciencia mía, sin nada que me obligara. Si no me gustaba el candidato, no votaba y punto”, confiesa la chilena, testigo del arribo de Eduardo Frei Montalva a La Moneda en 1964 y de los fallidos intentos de Salvador Allende por conseguirlo antes de ser proclamado presidente.

Hoy, a sus 97 años, la chilena ve con buenos ojos los esfuerzos por alcanzar la paridad de género. “Estoy de acuerdo con eso, pero me gustaría que fuese gente preparada, con educación, no cualquiera… De la política actual, deberían tirar a la basura todos; deberían renovarse”, propone.

A su juicio, lo del 14 de enero de 1949 terminó siendo clave no sólo para la democracia del país, sino para su destino.

“La mujer piensa mejor que el hombre. Uno piensa en la comida, en los cabros, en todo. La mujer es la que saca a los presidentes, porque somos más mujeres que hombres en Chile”, reflexiona, y a la vez, envía un mensaje a sus contemporáneas: “Así que hay que pensar con la cabeza, no con los pies (al momento de votar)”.

Sobre el movimiento feminista, del que simpatizó en sus cimientos, es tajante pero también crítica: “Me gusta que sea un grupo grande y que hoy (en las elecciones) podamos elegir una persona que se merezca el puesto. Me gusta que sean trabajadoras, pero que no anden tonteando”.

Justamente en ellas proyecta sus deseos para el futuro de Chile, que mira con optimismo a pesar de la pandemia del covid-19 y la inequidad de género imperante. Para Mercedes Jiménez Vega, la consigna se sigue tratando del mismo principio que la gatilló: “Me gustaría que hubiese igualdad para todos, tanto para el pobre como para el rico, para hombres y mujeres, y que nos sepamos respetar. Eso lo hemos perdido”.

Fuente: Biobío Chile, 14 de Enero 2021

miércoles, 13 de enero de 2021

TPP-11 como "cuarta cámara"

 TPP-11 como "cuarta cámara": tratados con arbitraje versus la nueva Constitución

Por Hassan Akram


Con la nueva Constitución se espera eliminar la tercera cámara, permitiendo la institucionalización de derechos sociales sin su bloqueo antidemocrático. Pero el Gobierno acaba de poner "suma urgencia" a la ratificación del TPP-11, lo que ampliaría la jurisdicción del Sistema de Arbitraje de Diferencias Inversionistas - Estado (ADIE) que este contiene y que, lamentablemente, ya existe en algunos acuerdos suscritos por Chile.  El sistema (ISDS por sus siglas en inglés) funciona como una ‘cuarta cámara’, manteniendo el mismo bloqueo a los derechos sociales y a eventuales regulaciones a los mercados. Ya tenemos conciencia del problema de los fallos del TC y, si no hacemos nada pronto, veremos fallos del sistema ADIE igualmente perjudiciales para la democracia.

La semana pasada el Tribunal Constitucional (TC) publicó su fallo declarando inconstitucional la reforma constitucional de la oposición para permitir el segundo retiro del 10% de las cuentas de las AFP. Al TC le llovían críticas, incluso el diputado de la Democracia Cristiana Matías Walker –en una columna firmada también por el diputado socialista De Urresti y dos profesores de derecho– lo declaró “perjudicial para la democracia”.

A estas alturas ha llegado a ser un consenso de amplias capas de la sociedad chilena que el TC opera, en palabras de Fernando Atria, como ‘una tercera cámara legislativa’. En otras palabras, el TC repite “la misma discusión, con los mismos argumentos” que el Congreso, pero ahora entre ministros asignados por partidos políticos sin elecciones democráticas, “inmunizados de la opinión pública por la pretensión de que decide ‘jurídicamente’”. Así, el TC ha diluido o bajado por secretaría múltiples leyes, como la reforma laboral de la Nueva Mayoría, el aborto en tres causales y, ahora, la posibilidad de un tercer retiro de las AFP.

Con la nueva Constitución se espera eliminar la tercera cámara, permitiendo la institucionalización de derechos sociales sin su bloqueo antidemocrático. Pero el Gobierno acaba de poner "suma urgencia" a la ratificación del TPP-11, lo que ampliaría la jurisdicción del Sistema de Arbitraje de Diferencias Inversionistas - Estado (ADIE) que este contiene y que, lamentablemente, ya existe en algunos acuerdos suscritos por Chile. El sistema (ISDS por sus siglas en inglés) funciona como una ‘cuarta cámara’, manteniendo el mismo bloqueo a los derechos sociales y a eventuales regulaciones a los mercados. Ya tenemos conciencia del problema de los fallos del TC y, si no hacemos nada pronto, veremos fallos del sistema ADIE igualmente perjudiciales para la democracia.

El sistema ADIE faculta a los inversionistas transnacionales a demandar a los Estados si “la acción del Gobierno interfiere con expectativas inequívocas y razonables de la inversión” (cita textual del TPP-11, aunque aparece en muchos otros tratados también). Si la nueva Constitución establece derechos para la naturaleza o mayor protección ambiental, obligando el cierre de plantas que contaminan –las termoeléctricas a carbón, por ejemplo–, entonces los dueños de estas plantas podrán demandar al Estado. Asimismo, si la nueva Constitución establece el derecho a una vejez digna con un sistema solidario de pensiones, entonces las AFP podrán demandar al Estado, porque la cotización obligatoria del 10% ahora iría a un ente público.

Mientras que la tercera cámara (TC) puede declarar leyes ‘inconstitucionales’ eliminándolas, la cuarta cámara (ADIE) puede otorgarles indemnización a las trasnacionales por estas leyes, haciéndolas imposibles de aplicar en la práctica, por el altísimo costo que esto implica. Entonces, el país apenas liberado del bloqueo antidemocrático del TC gracias a la nueva Constitución, enfrentaría un nuevo bloqueo bastante similar, debido al TPP-11 y tratados afines.

Andrés Allamand, otrora vocero del Rechazo, ahora acelera la tramitación del TPP-11, desestimando a los que tememos que el tratado obstaculice la implementación de la nueva Constitución, porque supuestamente estamos “demonizando” el tratado en un “festival de fake news [noticias falsas]. El hombre que hizo todo lo posible para bloquear el proceso constituyente, antes de la aplastante victoria del Apruebo, ahora dice que lo está defendiendo y que el TPP-11 no lo pone en peligro de ninguna forma.

Lamentablemente, Allamand es el que difunde las noticias falsas o más bien tergiversadas. El actual canciller dice que el TPP-11 no implica ninguna restricción a la capacidad de Chile de hacer nuevas leyes o reglas constitucionales, porque explícitamente reconoce el derecho del Estado a hacer regulaciones por "interés público". Esto es cierto, pero incompleto y engañoso. Lo que omite el canciller es que el TPP-11 permite que los tribunales del sistema ADIE sopesen el derecho de las inversionistas transnacionales de no sufrir interferencia con sus "expectativas razonables de la inversión", contra el derecho del Estado de hacer regulaciones por "interés público".

Lamentablemente, 72,5% de las veces estos tribunales deciden que los derechos de las empresas son más importantes que los de los Estados. Esto no debe sorprender, puesto que las empresas son los clientes del sistema y sin sus demandas –los Estados no pueden demandar– los árbitros no ganarían dinero. Entonces, con el TPP-11 y los demás tratados con ADIE, nada impediría a Chile establecer nuevos derechos constitucionales, pero a la hora de aplicarlas a través de políticas públicas, las demandas para indemnizaciones dejarían todo como letra muerta.

Tanto como se ha demostrado que la tercera cámara (TC) falla sesgadamente (según los prejuicios ideológicos de los integrantes –ministros– nombrados por partidos), también se ha demostrado que la cuarta cámara (tribunales ADIE) falla de forma sesgada pro empresarial. Exactamente como el TC repite los debates democráticos del Congreso, pero de forma elitista, los tribunales ADIE cuestionan las decisiones democráticas, sobreponiendo consideraciones mercantiles.

Un ejemplo particularmente llamativo es el fallo de México versus Tecmed, donde el tribunal ADIE reconoce el derecho del Estado de hacer regulaciones por razones de salud pública, retirando el permiso de operación a una planta de desechos tóxicos que estaba envenenando el vecindario. De todas formas, el tribunal decide que la medida regulatoria que fue democráticamente determinada no es "proporcional" y, por ende, igualmente ordena que la empresa sea indemnizada. ¿Cuál es el valor de las múltiples cláusulas del TPP-11 y de otros acuerdos con ADIE, que establecen que estos tratados respetan el derecho del Estado de regular, si luego los tribunales de la "cuarta cámara" las dejan sin efecto?

Ad portas de un proceso constituyente, es un sinsentido abrirse a este tipo de congelamiento regulatorio (donde los Estados dejan sin efecto nuevas regulaciones sociales y ambientales por temor a demandas arbitrales), un efecto ampliamente estudiado y criticado por los especialistas. Por ende, ratificar el TPP-11 es un claro error. Más bien hay que ir en la dirección contraria. En vez de firmar más tratados con ADIE, el nuevo proceso constituyente debe estudiar formas de sacar la "cuarta cámara" de encima del proceso democrático.

En esto, afortunadamente, Chile no estaría solo. La Unión Europea (UE) comparte la crítica contra el sesgo de los tribunales ADIE. Además, con el famoso fallo de Achmea, la Corte Suprema de la UE declaró que el sistema ADIE entre países de la unión va en contra de su orden jurídico. Entonces, los países de la unión se comprometieron con eliminar el arbitraje de sus tratados. Si los países de la UE están promoviendo este cambio, entonces Chile podría seguir su ejemplo.

En mi libro sobre el proceso constituyente que el estallido abrió en Chile, analizo en detalle las opciones para los constituyentes para liberarse del problema de la cuarta cámara. Son varias las opciones, como por ejemplo establecer una corte permanente de inversiones con jueces ambientales y laborales independientes de las transnacionales para remplazar el arbitraje. Debemos ampliar el debate público al respecto, pero lo que queda claro es que, ratificar el TPP-11 y otorgarles a transnacionales domiciliadas en más países el derecho de demandar a Chile frente a tribunales sesgados, es un paso equivocado.

Fuente: El Mostrador, 13 de Enero 2021

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