PRESIDENTA BACHELET PIDE ESCLARECER MUERTE DE FREI
“Lo único que me interesa es que se aclare el tema, llevamos muchos años esperando y con muy poca colaboración”, afirmó el presidente del Senado e hijo del fallecido Mandatario, Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet, ayer se conmemoró el aniversario número 26 de la muerte del Ex Presidente Eduardo Frei Montalva, fallecido en extrañas circunstancias el 22 de enero de 1982.
A la ceremonia, que se inició pasadas las 19:30 horas, asistieron, entre otros, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma; el presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle; el ex Presidente Patricio Aylwin y el ex ministro del Interior, Belisario Velasco, quien sentado en primera fila recibió un cordial pero distante saludo de Bachelet, en lo que fue el primer reencuentro público de ambos desde la renuncia de Velasco.
En la ceremonia estuvo presente el Colegio Médico que trabaja en conjunto con el juez Alejandro Madrid para esclarecer el proceso.
En su discurso, el senador Frei afirmó que "cuando se encuentran restos químicos en el cuerpo, no cabe duda que fue asesinado". También hizo presente su preocupación por la situación interna que atraviesa la DC. Así, sin mencionar a los colorines, Frei sostuvo que "muchas veces hemos perdido la amistad cívica y la capacidad de dialogar".
Acto seguido, la Presidenta Bachelet tomó la palabra y aseguró que el esclarecimiento de la muerte de Frei "es indispensable (...), es indispensable por cierto para la familia Frei, es indispensable para la familia DC pero por sobre toda las cosas es importante para Chile".
A 26 años de la muerte de Frei Montalva, la investigación judicial para determinar las reales causas de su deceso está en el punto más cercano al desenlace.
Todos esperan que el juez Madrid confirme el crimen, pero el magistrado ha sido cauto. Su mayor traba es que no tiene confesión, no tiene autor material, ni cómplice ni encubridor identificado. Pero cuenta con una gran cantidad de evidencias que hacen presumir que lo mataron.
Se espera que en marzo próximo Madrid dé a conocer la contramuestra realizada en Europa, que confirmaría la presencia de componentes de gas mostaza en las piezas óseas y tejido analizados en una primera pericia en ese continente.
El paso siguiente es establecer las responsabilidades penales, la fase más complicada por la falta de confesiones o testigos que vieron, supieron o escucharon hablar del o los autores.
En el crimen del ex canciller Orlando Letelier, Manuel Contreras y Pedro Espinoza, si bien fueron condenados en el proceso chileno a penas bajas (siete y seis años respectivamente como autores intelectuales), lo fueron sólo por múltiples "presunciones fundadas" porque jamás admitieron culpa.
La diferencia es que el atentado a Letelier fue esclarecido totalmente con decenas de evidencias de quiénes fueron los autores materiales en Washington.
Para la parte final, los procesamientos, si los hay, en la pizarra de Madrid hacen fila: el general (R) Eduardo Arriagada Rehren, jefe del Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército (LGBE) que operó en Carmen 339; el coronel (R) Sergio Rosende Ollarzu (veterinario), segundo jefe del LGBE; el médico con grado de oficial de Sanidad del Ejército, Pedro Valdivia Soto, que entre otros lugares trabajó en la Clínica Santa María; y los médicos de Anatomía Patológica de la Universidad Católica, Helmar Rosenberg y Sergio González, autores de la extraña y oculta autopsia al ex Presidente.
Pero todo ello tendría que tener la solidez necesaria, para que una eventual resolución encausatoria de Madrid pueda sostenerse en los alegatos en las cortes.
A la ceremonia, que se inició pasadas las 19:30 horas, asistieron, entre otros, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma; el presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle; el ex Presidente Patricio Aylwin y el ex ministro del Interior, Belisario Velasco, quien sentado en primera fila recibió un cordial pero distante saludo de Bachelet, en lo que fue el primer reencuentro público de ambos desde la renuncia de Velasco.
En la ceremonia estuvo presente el Colegio Médico que trabaja en conjunto con el juez Alejandro Madrid para esclarecer el proceso.
En su discurso, el senador Frei afirmó que "cuando se encuentran restos químicos en el cuerpo, no cabe duda que fue asesinado". También hizo presente su preocupación por la situación interna que atraviesa la DC. Así, sin mencionar a los colorines, Frei sostuvo que "muchas veces hemos perdido la amistad cívica y la capacidad de dialogar".
Acto seguido, la Presidenta Bachelet tomó la palabra y aseguró que el esclarecimiento de la muerte de Frei "es indispensable (...), es indispensable por cierto para la familia Frei, es indispensable para la familia DC pero por sobre toda las cosas es importante para Chile".
A 26 años de la muerte de Frei Montalva, la investigación judicial para determinar las reales causas de su deceso está en el punto más cercano al desenlace.
Todos esperan que el juez Madrid confirme el crimen, pero el magistrado ha sido cauto. Su mayor traba es que no tiene confesión, no tiene autor material, ni cómplice ni encubridor identificado. Pero cuenta con una gran cantidad de evidencias que hacen presumir que lo mataron.
Se espera que en marzo próximo Madrid dé a conocer la contramuestra realizada en Europa, que confirmaría la presencia de componentes de gas mostaza en las piezas óseas y tejido analizados en una primera pericia en ese continente.
El paso siguiente es establecer las responsabilidades penales, la fase más complicada por la falta de confesiones o testigos que vieron, supieron o escucharon hablar del o los autores.
En el crimen del ex canciller Orlando Letelier, Manuel Contreras y Pedro Espinoza, si bien fueron condenados en el proceso chileno a penas bajas (siete y seis años respectivamente como autores intelectuales), lo fueron sólo por múltiples "presunciones fundadas" porque jamás admitieron culpa.
La diferencia es que el atentado a Letelier fue esclarecido totalmente con decenas de evidencias de quiénes fueron los autores materiales en Washington.
Para la parte final, los procesamientos, si los hay, en la pizarra de Madrid hacen fila: el general (R) Eduardo Arriagada Rehren, jefe del Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército (LGBE) que operó en Carmen 339; el coronel (R) Sergio Rosende Ollarzu (veterinario), segundo jefe del LGBE; el médico con grado de oficial de Sanidad del Ejército, Pedro Valdivia Soto, que entre otros lugares trabajó en la Clínica Santa María; y los médicos de Anatomía Patológica de la Universidad Católica, Helmar Rosenberg y Sergio González, autores de la extraña y oculta autopsia al ex Presidente.
Pero todo ello tendría que tener la solidez necesaria, para que una eventual resolución encausatoria de Madrid pueda sostenerse en los alegatos en las cortes.
(La Nación, 23 de Enero 2008)
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