Soy un convencido, que en la próxima elección presidencial, el Partido Radical debe llevar un candidato de sus filas, de tal forma de competir en la primera vuelta y por lo tanto dar a conocer al país su programa de gobierno, recuperar así el orgullo de ser radical y por lo tanto luchar por esos ideales hasta las últimas consecuencias.
El naipe político nacional, a estas alturas es imprevisible, y ya no se justifica seguir renunciando a las justas aspiraciones del radicalismo chileno.
El naipe político nacional, a estas alturas es imprevisible, y ya no se justifica seguir renunciando a las justas aspiraciones del radicalismo chileno.
La unica manera de crecer, es hacer la diferencia y no tragarnos el cuento, que la concertación debe seguir unida al precio de perder nuestra identidad y proyección en el tiempo, de tal forma, de hipotecar el presente y futuro del PRSD.
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