La mayoría de los chilenos, estamos relativamente informados, que el próximo 25 de Octubre de 2020, nos tocará votar de manera histórica y como nunca había sucedido anteriormente, si queremos un nuevo texto constitucional para nuestro país, o bien estamos de acuerdo que nos siga rigiendo la actual constitución de 1980.
Para que esto suceda, cuando concurramos a votar, recibiremos 2 papeletas de votación : una con la pregunta ¿ Quiere usted una nueva constitución ? seguidas con las alternativas "Apruebo" y/o "Rechazo" y una segunda cédula electoral compuesta por la pregunta ¿ Que tipo de órgano debiera redactar la nueva constitución ? acompañada de la respuestas : "Convención Mixta Constitucional" y/o "Convención Constitucional".
Es importante señalar, que ir a votar, es un deber cívico ineludible, donde está en juego nuestro futuro como sociedad, en que país vamos a vivir, si en un estado solidario o uno subsidiario como el que nos rige hoy, la idea es que esta nueva constitución, su único norte, sea el bien común de todos los chilenos con un estado de bienestar y no uno mercantilista, como el que nos rige actualmente.
Si bien es cierto, nuestra historia constitucional, comienza en 1812 y existen numerosas cartas constitucionales posteriores, sólo 3 han sido las que más han perdurado en el tiempo, la Constitución de 1833, la de 1925 y la de 1980 con sus respectivas reformas.
Cuando se habla, de elaborar una nueva constitución, desde una hoja en blanco o sea partir desde cero, eso es ignorar todo un patrimonio en lo jurídico constitucional y que debe ser rescatado en esta nueva carta magna, pero obviamente hay que hacer modificaciones radicales en algunos aspectos esenciales para el desarrollo y crecimiento de nuestro país, donde el respeto a la vida, al medio ambiente, la independencia de los poderes del estado, la democracia como sistema político, que el estado tenga un carácter solidario y por ende de protección a sus ciudadanos desde su nacimiento e incluso desde la concepción, reconocimiento constitucional a nuestros pueblos originarios, descentralización real del estado, derecho a una pensión básica universal, derecho a una vivienda digna, derecho a educación y salud gratis y de calidad, eliminación o transformación profunda del actual tribunal constitucional que se ha transformado en los hechos en una nueva cámara que distorsiona la voluntad popular, eliminación del derecho a veto del ejecutivo por su permanente mal uso, crear el mandato revocatorio para que el pueblo ejerza su soberanía destituyendo por voto popular cuando un parlamentario es corrupto o vota en contra de beneficios reales para el pueblo y sin fundamento técnico, estos preceptos necesariamente debe estar, como ideas matrices esenciales.
En un reciente trabajo, publicado en el Mercurio del 27 de Septiembre de 2020, "Constitución Política de la República de Chile, Edición Histórica, Origen y Trazabilidad de sus normas desde 1812 hasta hoy", del Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, Jaime Arancibia Mattar, él distingue cuatro grandes periodos constitucionales: 1812-1925, 1925-1973, 1973-1989 y 1989-2020. Es un gran aporte académico, que hay que leer y estudiar para comprender mejor, la trascendencia que tiene para todos los chilenos, el próximo plebiscito del 25 de octubre 2020 y que está a la vuelta de la esquina.
Se puede revisar el documento aquí.
Fuente : del Documento, Universidad de Los Andes, 25 de Septiembre 2020
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