Así se titula un artículo del comentarista político Germán Gamonal, publicado por el Diario La Epoca, el 1 de octubre de 1997 y por su vigencia aún, extraigo algunos párrafos que señalan:
Arturo Alessandri Palma que fue dos veces Presidente de Chile, decía con los radicales no se puede gobernar...pero sin los radicales tampoco...
La suerte de los radicales ha sido diversa. Nació el PR en el siglo pasado luchando por ciertos principios derivados de la revolución francesa. En un momento de la historia fueron fervorosos anticlericales y se mimetizaban con la venerable orden masónica, cuando la actividad de esa institución era discrepar de la iglesia, especialmente en el campo de la educación y en temas relacionados con la familia.
Los radicales siempre fueron un partido democrático hasta llegar a abusar del sistema. No era extraño presenciar como en las asambleas de ese partido se hacían críticas demoledoras a los principales personeros de la colectividad.
Los radicales deben organizar a sus bases, buscar adherentes en la juventud y en las mujeres, porque ni las personas, y menos las organizaciones como los partidos políticos, pueden vivir de recuerdos o de pasadas grandezas. No hay que olvidar nunca el pasado, pero es preferible, especialmente en política, vivir el presente con decoro y preparar el futuro con esperanzas.
Sabias palabras, de este periodista, parece que las hubiera escrito ayer...
Arturo Alessandri Palma que fue dos veces Presidente de Chile, decía con los radicales no se puede gobernar...pero sin los radicales tampoco...
La suerte de los radicales ha sido diversa. Nació el PR en el siglo pasado luchando por ciertos principios derivados de la revolución francesa. En un momento de la historia fueron fervorosos anticlericales y se mimetizaban con la venerable orden masónica, cuando la actividad de esa institución era discrepar de la iglesia, especialmente en el campo de la educación y en temas relacionados con la familia.
Los radicales siempre fueron un partido democrático hasta llegar a abusar del sistema. No era extraño presenciar como en las asambleas de ese partido se hacían críticas demoledoras a los principales personeros de la colectividad.
Los radicales deben organizar a sus bases, buscar adherentes en la juventud y en las mujeres, porque ni las personas, y menos las organizaciones como los partidos políticos, pueden vivir de recuerdos o de pasadas grandezas. No hay que olvidar nunca el pasado, pero es preferible, especialmente en política, vivir el presente con decoro y preparar el futuro con esperanzas.
Sabias palabras, de este periodista, parece que las hubiera escrito ayer...