sábado, 30 de diciembre de 2006

JORGE SCHAULSOHN


Columna de Hugo Mery (de la Radio Universidad De Chile)
TRIBUNAL DE GUERRA

Para el ciudadano común, los dirigentes echaron a quien se atrevió a denunciarlos; más sofisticadamente, se podría decir que Schaulsohn cayó en un tribunal de guerra en tiempos de corrupción que equivocó el destinatario de la sentencia.Por Hugo MeryPublicado el 27 Dic 2006

El juicio sumario y la sentencia de expulsión de Jorge Schaulsohn revela cuán profunda es la crisis por el destape de la corrupción al interior del oficialismo. El Partido por la Democracia es el partido más emblemático de la multipartidaria de que forma parte, por dos razones de origen: es el depositario de su fuego sagrado, el arco iris, y fue concebido como el partido único de la oposición a Pinochet, el que finalmente se conformó como una coalición llamada, no por casualidad, Concertación de Partidos por la Democracia. Cuando finalmente los democratacristianos y el Partido Radical desistieron de sumarse a la convocatoria unipartidaria de Ricardo Lagos, el PPD pasó a ser un referente instrumental para las elecciones de 1999, consolidándose luego como el arco de las alianzas: de la centroizquierda, con ex militantes socialistas, comunistas, radicales, del Mapu y la Izquierda Cristiana ,y de la derecha democrática y republicana.
Del radicalismo provenía Jorge Schaulsohn, hijo de don Jacobo, un distinguiodo senador radical. Inteligente, inquieto, independiente de juicio y original en sus enfoques, el joven Schaulsohn estuvo en el set de TV con Lagos, Carolina Tohá y el ex senador liberal Armando Jaramillo la noche del “dedazo” a Pinochet y se consagró como una de las figuras fundadoras del PPD. Convertido luego este partido en un archipiélago de señores feudales y protagonistas de los medios de comunicación, Schaulsohn pagó con creces la osadía de denunciar el sistema de que formó parte y salirse de él. Fue diputado por dos períodos, presidente del PPD en 1994-96; después de privatizarse, planteó una superación de las dos coaliciones nacidas del binomalismo, mediante la creación de un referente liberal, junto a su amigo y socio Andrés Allamand. De estos intentos en el año 2001 se olvidó al intentar la conquista de la alcaldía de Santiago, un fallido intento por el cual el PPD tuvo que pagar un alto precio electoral.
Se ha cargado a la cuenta de Schaulsohn estos días el haberse imbuido de una mentalidad empresarial y convertido en un lobbista. Pero él ya desde 1993 venía planteando, por ejemplo, la privatización de Codelco. Si se trata de un neoliberal, no es el único en el PPD y también en la DC y el PS. Muchos no sólo han ocupado cargos clave en los gobiernos de la Concertación, sino que después han volcado su experiencia en el sector privado.La intolerancia hacia Shaulsohn se manifestó sólo ahora, al denunciar una “cultura de la corrupción”, lo que sus correligionarios estimaron una “falta a la responsabilidad política, al afectar con sus denuncias sin fundamento y sin indicación.precisa de personas”.
Pero las denuncias las conocen todos y los afectados ahora ya no son sólo los que cometieron delitos, sino que todos los que aparecen amparándolos con este tipo de medidas disciplinarias. Para el grueso de la ciudadanía quedará sólo una verdad: a Schaulsohn lo echaron los dirigentes, porque se atrevió a denunciarlos. Más sofisticadamente, se podría decir que el ex diputado cayó en un tribunal de guerra en tiempos de corrupción que equivocó el destinatario de la sentencia.
El “Nunca más” de la Concertación
Todo parecía confluir para que la Concertación tomara el caso Chiledeportes y las demás corruptelas destapadas en los dos últimos meses como la oportunidad de expresar su propio “Nunca más”. Lamentablemente, el fuego entrecruzado que se trabó con la oposición tiende a diluir esa posibilidad, a menos que un golpe de liderazgo ordene las filas oficialistas, primero, y luego logre convocar a la oposición para terminar con el empantanamiento actual.
Un compromiso solemne del oficialismo de terminar con las malas prácticas debe ir más allá de las 30 medidas anticorrupción anunciadas por la Presidenta Bachelet el 23 de noviembre. El informe dirigido por el ex diputado Jorge Schaulsohn –el sábado pasado- al tribunal supremo de su partido apunta al corazón mismo de lo que él ha llamado una”cultura de la corrupción”, y derrama implicancias para el conjunto de los administradores de la transición. Desde luego, también para quienes las han denunciado, ya sea como tendencias, tentaciones, atisbos o, lisa y llanamente, como “ideología”. Porque si Schaulsohn sostiene que le consta que antes, durante y después que ejerciera la presidencia del PPD (1994-96), todos los partidos de la Concertación recibieron fondos reservados del gobierno, quiere decir que él formó parte del sistema. Lo mismo vale para el otro denunciante, el ex presidente del partido Socialista Gonzalo Martner. Y aunque al ex ministro Edgardo Boeninger no le conste expresamente alguna operación concreta, su percepción del fenómeno lo coloca también como testigo de primera mano. La admisión del ex Presidente Aylwin –el domingo último- de que autorizó el uso de fondos reservados para el pago de sobresueldos a los ministros de su gobierno debe colocarse en la misma línea del reconocimiento de tal situación durante el período de Ricardo Lagos, que lo llevó a una legislación sobre Probidad del Estado, acordada en 2003 con el entonces líder opositor Pablo Longueira.
Todas las insuficiencias de ese intento de modernización, que incorporó financiamiento público de las campañas electorales, quedaron ahora al desnudo. También la subsistencia de las malas conductas de la clase política en general. Por un lado, persistieron los operadores políticos en el aparato del Estado, para desviar fondos de Chiledeportes, planes de empleo y otros hacia fines partidistas; no se puso, por otra parte, toda la luz necesaria en las opacas relaciones entre el dinero y la política. Aquí se entrecruzaron los intereses, porque ni la derecha es ajena al clientelismo –a través de los municipios que controla y los regalos que hace a los electores-, ni la centroizquierda queda fuera de las donaciones de los empresarios, las que son objeto de rebajas impositivas legales.
La dinamita colocada en los puentes entre La Moneda y los dos partidos de derecha llevó, en los últimos días, a un lamentable espectáculo político: los senadores Larraín y Espina descendiendo las escalas de los tribunales para conseguir que éstos llamen a declarar a 102 figuras del oficialismo, y Pepe Auth, secretario general del PPD, haciendo otro tanto, con tardías denuncias de cohecho en la elección parlamentaria de hace más de un año. Ambas acciones deslizaron al conjunto de los políticos por el tobogán del descrédito público. Un acto sensacionalista, el primero, un desquite manifiesto el segundo, ambos ineficaces por artificiosos, porque tienden a disolver la denuncia central, que es el uso ilegítimo y antiético de platas públicas para fines particulares.
Sacudirse una acusación con otra similar es una forma de legitimar malas prácticas generalizadas y, lo que es peor, significa ponerse en el mismo lugar del otro. ¿Fondos reservados? Investiguemos hasta 1985, dijeron algunos concertacionistas, para ver con qué platas se crearon la UDI y RN. De lo que se desprendería que todos los partidos del sistema bebieron en fuentes financieras públicas. Es cierto que irrita que antiguos funcionarios, auspiciadores y partidarios de la dictadura se erijan en jueces en el sistema democrático, pero si ellos persisten en el escenario actual –hasta rindiendo homenaje a Pinochet, obviando los crímenes y el enriquecimiento ilícito de éste- es porque cuentan con base social, más allá de los acuerdos cupulares de la transición. El punto es que cotejarse con ellos sólo aumenta el oprobio de quienes los reemplazaron en el gobierno.
En “La Guerra de Galio”, del mexicano Héctor Aguilar Camín, se recuerda que, como todo edificio, la estructura del Estado y la política debe tener un sistema de alcantarillado, para procesar sus desechos. En el caso chileno la inmundicia está finalmente saliendo a la superficie y ya no basta con limpiar el piso ni reparar las cañerías. Hay que erigir un sistema fluido de constante limpieza, porque, ya se sabe, porquería siempre se producirá, y amagarla es tarea de todos los ocupantes del edificio y de quienes acuden a él como usuarios.
( por su actualidad y claridad la transcribo textualmente)

1 comentario:

  1. Estimad@s Compañer@s:
    Se nos va el año...y quiero compartir con ustedes una breve evaluación :

    Porque soy Mujer de Izquierda , no puedo dejar de brindarle todo mi apoyo a la Compañera Michelle Bachelet , desde mi libre opción de militar en el PPD y como Consejera Nacional considero un deber político y moral apoyar la gestión de la primera Presidenta de Chile, todo esto sumado además a mi admiración personal y profundo respeto a Michelle Bachelet , su historia, su fuerza y energía.

    Con respecto a la crisis partidaria , mi opinión es la siguiente:
    El año 1999 ingreso al PPD , siguiendo el llamado de Ricardo Lagos de “apurar el tranco”
    Me incorporo a un Consejo de Base de mi comuna (Santiago-Centro)
    Y desde allí comienzo a participar de mi comunal , siendo electa Consejera Nacional por primera vez el año 2002.

    Este año me presenté a competir al cargo de Presidenta del Regional Metropolitano,
    Con la plena convicción de levantar mi candidatura para romper el consenso, al igual que el equipo de Compañer@s como Tomás Fabres y Máximo Gálvez entre otros, quienes conformamos una lista entregando al militante una alternativa de Base, en la cuál nuestra apuesta fue enriquecer el debate, poniendo experiencia y nuevas miradas , pensado Partido para mañana, promoviendo nuevos liderazgos, estimulando mas y mejores niveles de participación...

    Hoy enfrentamos nuevos desafíos, no podemos mantenernos al margen de la crisis , pero si considero que debemos ser generosos y considerar que esperan quienes nos apoyan, de nosotros, de nuestras autoridades, de nuestros representantes, el Pueblo es quién nos juzgará y debemos estar preparados con humildad y altura de mira para recibir las críticas y exigencias de quienes nos aprecian y también de nuestros detractores.
    Chile necesita la Concertación para consolidar la Democracia, necesitamos de igual manera incluir a los sectores hoy excluidos por el Sistema Binominal, necesitamos garantizar para los mas humildes un País mas solidario, con mas equidad, eliminar la siniestra Ley de Amnistía...y muchas deudas pendientes, sin duda para lograr estos objetivos necesitamos la Concertación, necesitamos el PPD ( mejorado y corregido por cierto) .

    Querid@s Compañer@s, es tiempo de ponernos de pie , mirarnos a los ojos , organizarnos, tomarnos los espacios , hacer Partido en la calle, dignificar la labor militante, sentirnos orgullosos de ser PPD.

    Un abrazo alegre, fraterno y rebelde...deseándoles un Feliz 2007


    Valeria Bustos A.
    Consejera Nacional PPD
    puebloppd@gmail.com

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