Tercer Retiro: Cinco momentos clave de una derrota histórica para La Moneda
28 de Abril, 2021
Apenas 15 horas duró el diseño del Ejecutivo sobre el tercer retiro de los ahorros previsionales, luego de anunciar que impulsarían un proyecto de ley propio sobre el tema, mientras esperaban que el Tribunal Constitucional acogiera el requerimiento contra la iniciativa despachada anteriormente por el Congreso. Sin embargo, el portazo del organismo, que ni siquiera acogió su admisibilidad por "carecer de fundamentos” -según sostuvo uno de sus ministros, Iván Aróstica-, echó por tierra el esquema del gobierno y forzó al Presidente Piñera a reconocer uno de sus más dolorosos fracasos
La vocería matinal de Iván Aróstica
El reloj aún no marcaba las 09:00 de ayer, martes 27, cuando Iván Aróstica, ministro del Tribunal Constitucional, rompió el habitual hermetismo de la institución y adelantó algunas luces de lo que se vendría en la jornada más aciaga del gobierno, sorprendiendo con una inusual empatía hacia el momento social y político que se vive por estos días.
“El punto central no es quién hace la ley, el punto central es qué tiene que hacerse para solucionar el problema de la gente. Como todo ciudadano sentimos y somos empáticos con la situación de la ciudadanía”, comentó Aróstica a la prensa apostada en las afueras del tribunal. Junto a ello, el ministro agregó un contrapunto respecto al fallo emitido en diciembre del año pasado, cuando el organismo acogió el requerimiento presentado entonces por el gobierno, impugnando la constitucionalidad del proyecto de segundo retiro impulsado por la oposición.
“Han ocurrido situaciones bien importantes entre el 30 de diciembre y hoy. Cambios no solamente en situaciones fácticas, se han agravado las medidas de salubridad (…) todos los ministros van a abocarse no a repetir lo que dijimos el 30, no tiene sentido eso. Si alguien cree que vamos a calcar eso, no. Han ocurrido acontecimientos”, advirtió.
En el gobierno comenzaron a correr en círculos, pues no era necesario hacer una exégesis del derecho constitucional para concluir que, al menos, La Moneda no tenía una victoria asegurada. En tanto, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, evitó profundizar en la inédita intervención de Aróstica: “No las voy a comentar, no me corresponde. Pero lo que ocurra dentro del TC tenemos que estar muy atentos. No lo voy a comentar, insisto”, dijo.
Inhabilidad de Brahm y la lucha intestina en el TC
Otro punto por revisar que tenía el Tribunal Constitucional, era la posible inhabilidad de la presidenta del organismo, María Luis Brahm, luego que un grupo de parlamentarios de oposición, liderados por el senador independiente Carlos Bianchi, ingresara otro requerimiento para apartar a Brahm de la paradigmática sentencia.
Lo anterior, dado su pasado como jefa de asesores en el primer gobierno de Sebastián Piñera, lo que comprometería su imparcialidad, antecedente reforzado en la anterior sentencia del TC respecto al proyecto de segundo retiro de fondos previsionales en diciembre del año pasado. Aquella vez, su voto fue dirimente a favor del gobierno, en un reñido empate de 5 votos a favor y 5 en contra.
Someter a los ministros para votar la inhabilidad de la propia presidenta del tribunal, además, también tiene como telón de fondo la guerrilla interna que se vive entre los ministros que integran la institución. Una tensión que comenzó con una entrevista de la propia Brahm a La Tercera, donde lanzó un misil que resquebrajó hasta hoy la convivencia interna en el TC: “Antes de que yo llegara había causas detenidas en el TC por mucho tiempo, al límite de la corrupción”, dijo en abril del año pasado, responsabilizando a su antecesor, Iván Aróstica.
De ahí en más, cada cierto tiempo aparecen en los diarios las intrigas intestinas del TC, donde se han sucedido denuncias y sumarios por acoso y maltrato laboral por parte de Brahm a funcionarios del organismo, y un allanamiento de la PDI a las oficinas del tribunal -de la cual la propia Brahm anunció acciones legales-, muestras del estado terminal de un organismo deslegitimado al ser calificado por sus críticos como “la tercera cámara”.
Por eso la sorprendente intervención matinal de Aróstica fue leída de forma transversal como una calculada forma de pasarle la cuenta a Brahm, con quien, en lejanos días de afinidad y cercanía, compartían almuerzos y una designación de ambos por parte de Piñera con apenas un día de diferencia en el 2013.
No obstante el afilado juego de póker en el TC, Brahm sorteó la valla de la inhabilidad por cuatro votos a favor y cinco en contra.
Un fallo en tres palabras: “Carece de fundamentos”
Cerca de las 14:00 horas de ayer, resonó el mayor portazo que ha recibido el gobierno en estos casi cuatro años de administración: el Tribunal Constitucional declaraba “inadmisible” el requerimiento presentado por el gobierno ante el proyecto que habilita un tercer retiro de los ahorros previsionales. Siete votos a favor y tres en contra, donde la habitual postura de dos ministros de sensibilidad oficialista, esta vez le dieron la espalda a La Moneda: a diferencia del fallo sobre el segundo retiro, ahora Juan José Romero e Iván Aróstica sustentaron el rechazo al escrito presentado por el Ejecutivo.
Y nuevamente Aróstica agregó otras luces sobre la sentencia del tribunal, esta vez con una frase tan corta como elocuente: “carece de fundamentos”.
“El requerimiento fue desestimado porque carece de fundamentos completos. Si bien tiene fundamentos, faltó hacerse cargo de algunos antecedentes. Esos antecedentes son básicamente la sentencia anterior del Tribunal Constitucional. Esa sentencia tiene dos factores importantes que Su Excelencia no lo consideró”, explicó el ministro.
Fuentes conocedoras del escrito sostienen que serían tres las líneas argumentativas para rechazar el requerimiento del gobierno: la impugnación sobre la presunta inconstitucionalidad del proyecto tendría errores de forma, tampoco se hizo cargo de las advertencias contenidas en el fallo de diciembre del año pasado -al que justamente había aludido Aróstica- y que el proyecto al que aludía el escrito del Ejecutivo no era precisamente el despachado por el Congreso, aprobado por mayoría de ambas cámaras, con votos de oficialismo y oposición.
Un golpe corto y certero para el gobierno y que se ahorró tiempo con el sesudo análisis de fondo del proyecto objetado, lo que abría la posibilidad cierta de crispar los ánimos a niveles insufribles.
Mientras todo el diseño del gobierno se derrumbaba, a esa hora el Presidente Piñera participaba de la ceremonia del 95 aniversario de Carabineros, a quienes les manifestó su “profundo cariño y admiración por esos 60 mil hombres y mujeres que cumplen su deber”. Lo acompañaban el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, el subsecretario de la cartera, Juan Francisco Galli, y su par de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
Emergencia en La Moneda (Y un consenso de facto entre oficialismo y oposición)
Probablemente ésta es la única oportunidad donde se justifica ese lugar común llamado “se encendieron las alarmas”, esta vez en La Moneda. Así, el gobierno quedaba encerrado en su propio laberinto, al apostar por una institución que, en los hechos, le dio la espalda en el momento más crítico del gobierno.
Esto, puesto que es una jugada que quebró por completo a quienes sostienen a un gobierno dirigido por un Presidente con un 9% de apoyo, según estampó la última encuesta Cadem.
Los hechos están a la vista y para el oficialismo resultaron traumáticos; la división de los ministros del Comité Político ante la idea de acudir al TC -desmentida posteriormente por una insólita carta al director de un matutino juramentando cohesión interna-, las críticas de la plana mayor de Chile Vamos, solicitando un camino alternativo de ayuda social y criticando que no fueran consultados en las grandes definiciones de Estado, el anuncio de impulsar un proyecto propio de tercer retiro de ahorros previsionales en compañía de dirigentes y candidatos presidenciables del sector -a la misma hora de los premios Óscar, recordará a futuro la microhistoria de Chile-, y un día entero en que se desconocía el tenor de dicha iniciativa, ingresada a la Cámara recién la noche del lunes 26, pasadas las 21:00 horas.
Una estrategia que, contando desde que ingresó el proyecto del Ejecutivo a la Comisión de Trabajo de la Cámara, duró apenas 15 horas.
Con todo ese escenario interno fueron llegando a Palacio Rodrigo Delgado (Interior), Jaime Bellolio (Segegob), Juan José Ossa (Segpres), Karla Rubilar (Desarrollo Social), Rodrigo Cerda (Hacienda) y Patricio Melero (Trabajo), a objeto de reunirse con el Presidente y ponderar la respuesta del gobierno al rechazo del TC. Esto, mientras extramuros caían los índices del mercado bursátil -2,39% según el índice IPSA- y se desplegaban movimientos de carros policiales en el centro cívico de la capital.
A la vez que desarrollaba la cita en La Moneda, los abanderados de Chile Vamos no demoraron en recomendar al gobierno que promulgara el proyecto de tercer retiro despachado por el Congreso, poniendo presión a un gobierno que todavía no tenía resuelto el camino a seguir: una presión desde sus propias filas. Sugerencia que, superando las barreras ideológicas, también coincidió la presidenta del Senado, Yasna Provoste.
Piñera en estado de nocaut: “No somos ciegos”
Finalmente, el Presidente, secundado por sus ministros, aceptó su derrota. “Como gobierno, aceptamos y respetamos la decisión del TC, sin perjuicio de no compartirla”, sostuvo el Presidente, para anunciar lo que le sugirieron moros y cristianos, esto es, promulgar el proyecto del tercer retiro fallidamente impugnado en el Tribunal Constitucional, sumado al anuncio de que impulsará un proyecto de ley que contenga la entrega de un bono de $200 mil a quienes carezcan de ahorros en sus cuentas previsionales, un mecanismo para reintegrar los fondos retirados, y gravar con impuestos a quienes retiren los recursos de las AFP y que pertenezcan al 10% de mayores ingresos.
A modo de colofón, dos frases de Piñera que simbolizan una jornada que en el gobierno quisieran olvidar. “En la vida hay que saber aceptar las normas y las decisiones del Estado de Derecho cuando uno las comparte y también cuando uno no las comparte”, dijo quien históricamente ha sido reconocido como un competitivo negociador. Y sobre la permanencia de sus ministros del comité político, -por cierto, se incrementaron las versiones sobre posibles renuncias en el gabinete-, añadió: “Somos un gobierno y actuamos unidos y con lealtad, y sabemos que estamos enfrentando tiempos muy difíciles. No somos ciegos, no somos indiferentes, no somos sordos, pero tenemos un deber que cumplir”.
Fuentes del Tribunal Constitucional sostienen que el histórico fallo será liberado este jueves 29 de Abril.
Fuente: The Clinic, 28 de Abril 2021
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