2009 EL AÑO DEL CANDIDATO INVISIBLE O EL PELIGRO DE LOS RADICALES LIBRES
Y aún cuando Gómez conoce que la vida de un radical libre es de microsegundos, atento espera al acecho, ya que a diferencia de sus detractores sabe que ellos son esenciales para luchar contra las bacterias de la desazón y el virus del desencanto que envenena al organismo concertacionista.
Héctor Martínez Díaz
No porque algunos piensen que sea más viable que llegue Godot, tienen derecho a ningunear que la apuesta del senador del PRSD José Antonio Gómez, fructifique y logre llegar, por lo menos, a las primarias.
Más aún, cuando lo suyo parece ser la expresión genuina de un deseo radical e imponiendo carácter enuncia confiado: “daremos al golpe a la cátedra”, con lo que aunque le duela a sus socios concertacionistas lo de él no sería aquello de cómo ser candidato y no morir en el intento, como le sucedió a sus otrora competidores primarios el Rey Oc et Non o al panzer calvo colisionado, los cuales junto al de perfil Cyrano y otros chicos del montón, están, como se dice, un tanto inquietos, y más que jugar las pasadas navidades al amigo secreto con el senador radilaico, hubiesen preferido jugar al enemigo público, porque Gómez y los radicales quieren dejar de ser la guinda de la torta ¿por qué no ser el pastel mismo?, se preguntan los correligionarios. ¿Será por ello que a Gómez, no le preocupa eso que le tachen de candidato invisible o, a lo mucho, un fantasma que aparece y desaparece?, preferiría que le canten el Invisible Man de Queen, ocupándose más que sus decisiones y actuaciones, muchas veces despacito y en silencio, casi reservadas, sean siempre esenciales, con lo que hoy más que cualquier otro miembro de su partido identifica el ser radical con la noción conceptual de la RAE, es decir, aquél que es partidario de reformas extremas, especialmente en sentido democrático o el que es tajante, fundamental y con ese radicalismo por extensión: “del modo extremado de tratar los asuntos”. -¡Díganme que propiciar nuevos liderazgos en la concertación no lo es?-. Que no es lo mismo que ser fundamentalista o fanático.
Pero, repasemos un poco la vida de José Antonio, como suele tutearle su colega Orpis. Siendo muchacho como gran parte de su familia militó en el Partido Comunista, en la Jota más específicamente, con el Golpe de Estado la mitad de su familia fue detenida, le mataron un hermano, él mismo fue detenido y torturado en la Academia de Guerra, vivencias que radicalmente mantuvo en la absoluta reserva. Años más tarde caído el muro de Berlín, ingresa al Partido Radical, sí al Partido Radical, pudiendo estar en el naciente PPD, el unificado PS o siguiendo en el trasnochado PC, esa opción sólo la toma, más que un masón o bombero, una persona radical, ¿por qué se mantiene en un partido pequeño, de viejos, con escaso poder electoral?, es, también, un radical enigma.
Ni que decir cuando sin ninguna opción, salvo su radicalismo y que desde el norte grande quisiera reeditar los pasos del El León de Tarapacá o El Paleta, anunció que iba de candidato cuando ni siquiera figuraba en las encuestas, lo hizo fue y ganó el cupo senatorial por Antofagasta destronando a Carmen Frei una mujer insigne de la DC –hermana del actual candidato a las primarias ¡qué coincidencias!- obteniendo, dicho sea de paso, una de las más altas votaciones, sobre un 40 por ciento, con especial énfasis en el voto femenino, es que a diferencia de otros políticos ya entraditos en años y un tanto a mal traer por la buena vida, Gómez, sabedor de su estampa y su arrastre con las féminas, se cuida, se levanta a las seis de la mañana va al gimnasio, práctica baby fútbol con sus amigos, come lo justo y necesario, es hogareño, querendón de su mujer y varios hijos, y también de los animalitos, “si me hubiera sucedido lo de la Paulina Nin que accidentalmente mató a su perrito yo igual hubiese llorado a mares”, confesó en una entrevista sin siquiera ruborizarse, y si a esa sensibilidad le agregamos su gusto por los caballos corraleros, le dan cierto aire de viril guaserío, lo que hace que las mujeres de todas las edades y clases sociales cuando hablan de Gómez el comentario sea casi siempre uno sólo ¡es que es tan apuesto!, fortaleza de sexie boy que debe tener sicoseados a sus oponentes, más aún, si es cierto aquello que presagian los oráculos electorales de que las mujeres se presentarán como el grupo más indeciso para las próximas contiendas eleccionarias.
No faltan quienes ven en Gómez el remanente de un socialdemócrata europeo, casi un liberal tipo el nuevo PC italiano, creo que no deben estar equivocados por cuanto imagino que más que las ideas radicales como buen ex comunacho cuando optó ingresar al PRSD le llamó la atención el puño derecho empuñando la rosa roja el nuevo emblema de los radicales -un poquitín PSOE salvo el hecho que en la bandera de los socialistas españoles el puño es izquierdo-. Es que esa rosa roja simbolizaba no sólo la socialdemocracia europea sino la imagen de los ex comunistas sin hoz y martillo adaptándose a los nuevos tiempos y una nueva Internacional.
¡Quién sabe si Gómez no quiera crear un nuevo referente! incorporándole a esa rosa el árbol de la libertad que, humildemente, le aconsejo para estar a tono con nuestra identidad pluricultural debiera ser un canelo.
No obstante ello, su candidatura no logra generar más adeptos que los díscolos de la concerta, es que todos temen a los fantasmales radicales libres, más a uno cuyo desempeño electoral es perfecto, ganó como concejal en Las Condes, ahí mismo donde perdió la Bachelet, y ganó la senatorial en Antofagasta, por ello muchos ven un peligro en la figura de Gómez y su grupo de radicales libres, al igual que en bioquímica, por esa capacidad de aparearse y ser demasiado reactivos, los ven recorriendo todo el organismo concertacionista intentando robar un militante de los partidos estables, convirtiéndoles a su vez en nuevos radicales libres, una verdadera reacción en cadena que destruiría células del arco iris y con ello el feudo de los actuales y elitistas dirigentes.
Y aún cuando Gómez conoce que la vida de un radical libre es de microsegundos, atento espera al acecho, ya que a diferencia de sus detractores sabe que ellos son esenciales para luchar contra las bacterias de la desazón y el virus del desencanto que envenena al organismo concertacionista.
Por todo lo anterior, además que por su madre Urrutia tiene de vasco tanto lo tenaz como un aura de Lehendakari, y porque como buen hijo de periodista sabe eso de la agenda setting, los medios señalan de qué es importante hablar: “queremos poner temas en la agenda política. Generar debate de ideas y propuestas al interior de la concertación. Tiene que existir la oportunidad que lo que uno plantea sea conocido por la opinión pública”, son algunos de sus postulados y aunque su opción no sea tomada en cuenta en la última encuesta CEP, de todas formas se torna interesante su candidatura y genera una adhesión aún pequeña pero sí transversal casi como tallo nuevo o, por lo menos, un aire fresco u osadía tan escasa en estos días
Pero no se vaya a pensar que Gómez, peque de un radicalismo ingenuo, ya que reconoce hidalgamente que hoy en día no ganaría a Frei, lo cual, como bien ha dicho, no es lo mismo que no sea capaz.
Y gracias a que siempre estuvo en subsecretarías o ministerios pocos conocidos, o bien se cuidó de no sobrexponerse, por lo que aunque digan por ahí que su potencial es que es más de lo mismo pero parece cara nueva, pero ¡carajo, acaso Obama no es igual!
Veo a Gómez, la noche de la presidencial en su casa, mientras en la tele la triunfal voz hiperkinética de Piñera que habla del cambio y el orden que impondrá su nuevo gobierno, interrumpe el silencio de la biblioteca donde José Antonio atesora libros de una juventud izquierdosa, su mirada detenida en la colección de Rosa de Luxemburgo, coge el libro que contiene el discurso: “El orden reina en Berlín”, leyendo sonriente las últimas palabras de la más preciada Rosa de Europa:
“El liderazgo ha fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota. '¡El orden reina en Berlín!' ¡Estúpidos secuaces! Vuestro 'orden' está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré! Socialismo o barbarie”.
¿Y si se le creyera que sí llegará al final con su candidatura y no le bajarán por una buena plantilla parlamentaria? y que su discurso es sincero cuando critica “no estoy dispuesto a que el sistema de decisión sea el mismo de siempre, es decir, un acuerdo entre cuatro paredes, entre cúpulas políticas”.
-¿Qué esperan?, ¡entonces!... ¡a la calle!, que ya pueden anunciar que tenemos algo nuevo, al fin y al cabo ¿no somos todos algo radicales…? –
Más aún, cuando lo suyo parece ser la expresión genuina de un deseo radical e imponiendo carácter enuncia confiado: “daremos al golpe a la cátedra”, con lo que aunque le duela a sus socios concertacionistas lo de él no sería aquello de cómo ser candidato y no morir en el intento, como le sucedió a sus otrora competidores primarios el Rey Oc et Non o al panzer calvo colisionado, los cuales junto al de perfil Cyrano y otros chicos del montón, están, como se dice, un tanto inquietos, y más que jugar las pasadas navidades al amigo secreto con el senador radilaico, hubiesen preferido jugar al enemigo público, porque Gómez y los radicales quieren dejar de ser la guinda de la torta ¿por qué no ser el pastel mismo?, se preguntan los correligionarios. ¿Será por ello que a Gómez, no le preocupa eso que le tachen de candidato invisible o, a lo mucho, un fantasma que aparece y desaparece?, preferiría que le canten el Invisible Man de Queen, ocupándose más que sus decisiones y actuaciones, muchas veces despacito y en silencio, casi reservadas, sean siempre esenciales, con lo que hoy más que cualquier otro miembro de su partido identifica el ser radical con la noción conceptual de la RAE, es decir, aquél que es partidario de reformas extremas, especialmente en sentido democrático o el que es tajante, fundamental y con ese radicalismo por extensión: “del modo extremado de tratar los asuntos”. -¡Díganme que propiciar nuevos liderazgos en la concertación no lo es?-. Que no es lo mismo que ser fundamentalista o fanático.
Pero, repasemos un poco la vida de José Antonio, como suele tutearle su colega Orpis. Siendo muchacho como gran parte de su familia militó en el Partido Comunista, en la Jota más específicamente, con el Golpe de Estado la mitad de su familia fue detenida, le mataron un hermano, él mismo fue detenido y torturado en la Academia de Guerra, vivencias que radicalmente mantuvo en la absoluta reserva. Años más tarde caído el muro de Berlín, ingresa al Partido Radical, sí al Partido Radical, pudiendo estar en el naciente PPD, el unificado PS o siguiendo en el trasnochado PC, esa opción sólo la toma, más que un masón o bombero, una persona radical, ¿por qué se mantiene en un partido pequeño, de viejos, con escaso poder electoral?, es, también, un radical enigma.
Ni que decir cuando sin ninguna opción, salvo su radicalismo y que desde el norte grande quisiera reeditar los pasos del El León de Tarapacá o El Paleta, anunció que iba de candidato cuando ni siquiera figuraba en las encuestas, lo hizo fue y ganó el cupo senatorial por Antofagasta destronando a Carmen Frei una mujer insigne de la DC –hermana del actual candidato a las primarias ¡qué coincidencias!- obteniendo, dicho sea de paso, una de las más altas votaciones, sobre un 40 por ciento, con especial énfasis en el voto femenino, es que a diferencia de otros políticos ya entraditos en años y un tanto a mal traer por la buena vida, Gómez, sabedor de su estampa y su arrastre con las féminas, se cuida, se levanta a las seis de la mañana va al gimnasio, práctica baby fútbol con sus amigos, come lo justo y necesario, es hogareño, querendón de su mujer y varios hijos, y también de los animalitos, “si me hubiera sucedido lo de la Paulina Nin que accidentalmente mató a su perrito yo igual hubiese llorado a mares”, confesó en una entrevista sin siquiera ruborizarse, y si a esa sensibilidad le agregamos su gusto por los caballos corraleros, le dan cierto aire de viril guaserío, lo que hace que las mujeres de todas las edades y clases sociales cuando hablan de Gómez el comentario sea casi siempre uno sólo ¡es que es tan apuesto!, fortaleza de sexie boy que debe tener sicoseados a sus oponentes, más aún, si es cierto aquello que presagian los oráculos electorales de que las mujeres se presentarán como el grupo más indeciso para las próximas contiendas eleccionarias.
No faltan quienes ven en Gómez el remanente de un socialdemócrata europeo, casi un liberal tipo el nuevo PC italiano, creo que no deben estar equivocados por cuanto imagino que más que las ideas radicales como buen ex comunacho cuando optó ingresar al PRSD le llamó la atención el puño derecho empuñando la rosa roja el nuevo emblema de los radicales -un poquitín PSOE salvo el hecho que en la bandera de los socialistas españoles el puño es izquierdo-. Es que esa rosa roja simbolizaba no sólo la socialdemocracia europea sino la imagen de los ex comunistas sin hoz y martillo adaptándose a los nuevos tiempos y una nueva Internacional.
¡Quién sabe si Gómez no quiera crear un nuevo referente! incorporándole a esa rosa el árbol de la libertad que, humildemente, le aconsejo para estar a tono con nuestra identidad pluricultural debiera ser un canelo.
No obstante ello, su candidatura no logra generar más adeptos que los díscolos de la concerta, es que todos temen a los fantasmales radicales libres, más a uno cuyo desempeño electoral es perfecto, ganó como concejal en Las Condes, ahí mismo donde perdió la Bachelet, y ganó la senatorial en Antofagasta, por ello muchos ven un peligro en la figura de Gómez y su grupo de radicales libres, al igual que en bioquímica, por esa capacidad de aparearse y ser demasiado reactivos, los ven recorriendo todo el organismo concertacionista intentando robar un militante de los partidos estables, convirtiéndoles a su vez en nuevos radicales libres, una verdadera reacción en cadena que destruiría células del arco iris y con ello el feudo de los actuales y elitistas dirigentes.
Y aún cuando Gómez conoce que la vida de un radical libre es de microsegundos, atento espera al acecho, ya que a diferencia de sus detractores sabe que ellos son esenciales para luchar contra las bacterias de la desazón y el virus del desencanto que envenena al organismo concertacionista.
Por todo lo anterior, además que por su madre Urrutia tiene de vasco tanto lo tenaz como un aura de Lehendakari, y porque como buen hijo de periodista sabe eso de la agenda setting, los medios señalan de qué es importante hablar: “queremos poner temas en la agenda política. Generar debate de ideas y propuestas al interior de la concertación. Tiene que existir la oportunidad que lo que uno plantea sea conocido por la opinión pública”, son algunos de sus postulados y aunque su opción no sea tomada en cuenta en la última encuesta CEP, de todas formas se torna interesante su candidatura y genera una adhesión aún pequeña pero sí transversal casi como tallo nuevo o, por lo menos, un aire fresco u osadía tan escasa en estos días
Pero no se vaya a pensar que Gómez, peque de un radicalismo ingenuo, ya que reconoce hidalgamente que hoy en día no ganaría a Frei, lo cual, como bien ha dicho, no es lo mismo que no sea capaz.
Y gracias a que siempre estuvo en subsecretarías o ministerios pocos conocidos, o bien se cuidó de no sobrexponerse, por lo que aunque digan por ahí que su potencial es que es más de lo mismo pero parece cara nueva, pero ¡carajo, acaso Obama no es igual!
Veo a Gómez, la noche de la presidencial en su casa, mientras en la tele la triunfal voz hiperkinética de Piñera que habla del cambio y el orden que impondrá su nuevo gobierno, interrumpe el silencio de la biblioteca donde José Antonio atesora libros de una juventud izquierdosa, su mirada detenida en la colección de Rosa de Luxemburgo, coge el libro que contiene el discurso: “El orden reina en Berlín”, leyendo sonriente las últimas palabras de la más preciada Rosa de Europa:
“El liderazgo ha fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota. '¡El orden reina en Berlín!' ¡Estúpidos secuaces! Vuestro 'orden' está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré! Socialismo o barbarie”.
¿Y si se le creyera que sí llegará al final con su candidatura y no le bajarán por una buena plantilla parlamentaria? y que su discurso es sincero cuando critica “no estoy dispuesto a que el sistema de decisión sea el mismo de siempre, es decir, un acuerdo entre cuatro paredes, entre cúpulas políticas”.
-¿Qué esperan?, ¡entonces!... ¡a la calle!, que ya pueden anunciar que tenemos algo nuevo, al fin y al cabo ¿no somos todos algo radicales…? –
(Fuente: Centro de Estudios Sociales Avance, 9 de Enero 2009)
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